María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- Zancudos hacen de la suyas. Guaros prefieren andar con las picaduras que comprar repelentes por los altos precios.
Aunque pocos se consiguen, los que se encuentran están en 18 mil 500 bolívares, por lo que las personas prefieren usar las técnicas caseras y prender un cartón de huevos vacío antes de dormir para espantar los zancudos.
Quienes tienen niños son los que más sufren por los zancudos, pero tienen que usar el mosquitero para que los pequeños puedan descansar por las noches y recurrir a los mosquiteros.
«A veces uno prende los mechurrios y también se van, pero los repelentes no se pueden comprar, eso está muy costoso», soltó José Castillo.
Los que se consiguen son repelentes líquidos y en gel. Según un recorrido realizado por La Prensa por varios establecimientos comerciales, el más barato está en 17 mil 800, mientras que otros se consiguen en mil bolívares más, pero la gente solo los mira y se asombra.
Marisela Hidalgo expresó que ellos no usan repelente por el costo. «Aunque poco se consiguen, a la gobernadora no le importa si hay zancudos o no, porque en todos lados hay».
Quienes tenían la costumbre de usar repelente de insectos detallaron que hoy se volvió imposible hacerlo, pues quien devenga un sueldo mínimo se les va en un solo frasquito.
«Yo por lo menos lo usaba mucho cuando iba al campo a visitar a mi abuela. Mi mamá me acostumbró a usarlo porque soy blanquita y las picaduras se me hinchan», detalló Gleimar Suárez, asegurando que ya lo dejó de usar por el precio. «Yo lo veo en Farmatodo y a veces se consigue en los chinos, pero si compro eso no como».
La muchacha comentó que ahorita con los apagones le hace falta usar el repelente. «Intento dormir con mosquitero y así medio evito las picaduras», asegurando que hasta eso han dejado de usar porque la plata no les alcanza. «Mi mamá dice que prendiendo cartón de huevos se van, pero solo por un ratico y no podemos pasar toda la noche con eso prendido», asegurando que mientras más sacan los zancudos de la casa más se reproducen. «Es molesto, pero qué más».