Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Desde que el permiso de importación sustituyó al registro sanitario en abril de 2019, más del 90% de los medicamentos que llegan por la vía de importación a través del Ministerio de Salud, están a riesgo por la falta de verificación de la garantía de calidad por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. Los primeros afectados son los pacientes, con efectos secundarios perjudiciales y la tentativa de caer en el gran negocio del mercado ilícito.
Las dudas de los expertos están sobre la mesa ante la proliferación de laboratorios, diferentes a los tradicionales con los que se trabajaba, y que puedan comprometer la integridad sanitaria. Un carrera a galope por importar medicamentos más económicos, pero que muchas veces terminan etiquetados a altos costos. Además de un libertinaje con vendedores informales, que ofrecen las diversas presentaciones de fármacos provenientes del exterior, especialmente de Colombia.
Es tan delicado que Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), advierte que el país puede figurar en ese 10% del mercado ilícito en el mundo. Es la posibilidad de falsificación, con casos extremos en los que se roban los remedios y los entierran, pero luego los venden sin mayor complicación y alterando las etiquetas de presentación.
Centro del huracán
Todo tipo de medicamento importado queda expuesto, siendo los más comunes aquellos a base de moléculas. Refiere Ceballos que podría encabezarse la lista con acetaminofen, muy solicitado para resfriados, fiebre y cuadros virales. También figura el Ibuprofeno, cuyo efecto es analgésico y antiinflamatorio. La clonidina, es otro de los antihipertensivos que pudiera no cumplir la garantía sanitaria.
La falsificación puede ir a sus anchas -según Ceballos- al punto de salpicar a los medicamentos costosos y referidos para tratamientos crónicos. Son muy buscados los narcóticos que calman el dolor intenso a los pacientes oncológicos, y aquellos fármacos utilizados para tratar la disfunción eréctil, como el sildenafilo, vendido bajo la marca Viagra, Revatio y otros. Todos para un círculo de ganancia.
Soberanía atada
Pero además del abismo de un posible mercado negro, está el golpe contundente a la producción nacional, al punto de entregar la soberanía. «No nos negamos a esa intención de buscar el ahorro afuera, pero que el precio no sea suprimir a nuestros laboratorios, ni arriesgar la salud de los venezolanos», aclaró de la manera como se llenan anaqueles, acabando con la productividad y se ignora que laboratorios transnacionales tenían plantas en el país y convivían con los criollos.
Esa especie de «flexibilización» es una alarma encendida para el gremio farmacéutico, que echa por tierra los casi 70 años del consejo médico y la rigurosidad de estudios del instituto Rafael Rangel. La necesidad de adquisición y cubrir los estantes, puede sacrificar la garantía del certificado.
No se tiene la debida aprobación sin el registro sanitario. Cita que más de 2 años puede tardarse dicha revisión. Las fases implican aislamiento para determinar su inocuidad y no cause daño. Luego se experimenta con animales y si no tiene complicaciones, ni mutaciones, el ensayo abarcaría a los humanos.
El gremio sólo pide un sistema regulatorio eficiente. Le preocupa que se pase por alto detalles tan simples, como los prospectos transcritos en otros idiomas. Se trata de la información descriptiva en el envase y que debe ser entendida.
«No hay estado de derecho, cuando se viola la Ley de Medicamentos», son parte de las crítica al Ministerio de Salud por intentar acabar con el registro confiable. De allí, los bodegones, para dispensar como una farmacia. Además de supermercados con vitrinas para fármacos importados.
Por la calidad
Cuando los médicos hablan de los antecedentes, se ubican en los depurativos milagrosos entre 1947 y 1957, que terminaron contraindicados por daños hepáticos. Dos años más tarde, se supo del talidomida para embarazadas y condenaba a nacer niños sin algunas extremidades. Casos en los que el Instituto Nacional de Higiene fijó las restricciones.
También se tienen cardiópatas, que no responden al tratamiento y los valores de tensión arterial continúan altos. Según Omar Álvarez, presidente del Colegio Farmacéutico de Lara, el especialista termina por cambiar los medicamentos. Recuerda que muchas veces cumplen la acción terapéutica, pero bajo la amenaza de generar reacciones adversas.
«La certeza del gremio farmacéutico debería ser 100% confiable, de cumplirse todos los controles de calidad», denunció ante las sospechas de todos los medicamentos importados por efectos secundarios que atentan contra la salud.
Reconocen la búsqueda de economía en el sector farmacéutico, como parte de las responsabilidades del Estado. Pero, ¿dónde queda el bajo costo?, cuando desaparecen rápido de los anaqueles o el precio es muy elevado.
Consideran la pertinencia de un programa social con las farmacias, de más énfasis en aquellos tratamientos continuos. «Lo importante es no comprometer al paciente en una Farmacia Móvil, sin asegurar las medidas de conservación. Un medicamento no puede estar expuesto directamente a la luz del sol, ni al calor», criticó Álvarez de un camión que le da la vuelta a la ciudad y se confunde con propaganda política.
La incertidumbre cunde a este sector, que más allá de asegurar el lote de medicinas importadas a bajo costo, pueda ser un paliativo a la patología, pero llevar al abismo de las contraindicaciones con las reacciones adversas. Expertos llevan esta preocupación a genéricos y fármacos de marca.
Echar por tierra la garantía& ;
El protocolo riguroso de aprobación del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel da la plena garantía de calidad sanitaria. De allí, que el gremio farmacéutico atiende las denuncias de la omisión de estas fases y la violación de la Ley de Medicamentos, aprobada el 3 de agosto de 2000.
La norma especifica la relación beneficio – riesgo terapéutico, la comercialización, producción e importación de medicamentos de calidad, además del aporte favorables a la salud. También regula el control sanitario de los medicamentos registrados.
Resalta que todo nuevo medicamento que ingrese al país deberá ser evaluado clínicamente en pacientes antes de ser distribuidos. Los estudios clínicos deben ser realizados en el país por profesionales del área, vinculados a instituciones de investigaciones especializadas.
Además que los requisitos para el registro de medicamentos en las Américas exige las normas nacionales, conforme a la legislación de cada país y con las modificaciones pertinentes. Sin olvidar la certificación de la calidad de la Organización Mundial para la Salud (OMS) para los productos farmacéuticos del comercio internacional.
Ignoran los lapsos
«La Ley de Medicamentos quedó a merced de importadores y el agravante de la calidad», insiste el diputado José Trujillo, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional (AN), al recordar que la aprobación de algún medicamento se podría prolongar hasta 5 años.
Su constante denuncia resalta la importancia de cumplir las 4 fases, garantes del sello sanitario. Primero, con el aislamiento para determinar su inocuidad, hasta que no genere daños. De 18 meses a 2 años, para confirmar en animales alguna complicación, descartando hasta aquellas microscópicas. Superado ese escaño se experimenta con humanos y de no perjudicar a ese grupo aleatorio de muestra, finalmente se empieza la producción masiva y venta del fármaco.
Como médico, advierte que se debe tener la seguridad de que cada medicina, no genere complicaciones. No se pueden saltar los requisitos mínimos. «Es inaceptable que el gobierno eliminó todas las fases para certificar a los medicamentos«, rezongó y que no se escucharon las observaciones de la Comisión de Salud.