viernes, 31 enero 2025
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Regularización se cumple a medias

Osman Rojas |  LA PRENSA.- Regular la gasolina en el estado es una utopía. Aunque todas las estacio­nes de servicio tienen pe­gada la gaceta que dice que son sólo 30 litros por carro, no todas las esta­ciones cumplen con esto.“Si hay policías ponen 30 litros, pero si no uno habla con el bombero y listo”, comentó el señor Alirio Martínez, mientras esperaba para poner gasolina en una de las es­taciones de servicio ubi­cada en la avenida Las In­dustrias.

El conductor dice que se ha convertido en todo un “especialista” a la hora de cazar la gasolina. Según la experiencia de Martí­nez si hay policías en la bomba es imposible colo­car más de 30 litros en el carro, pero si la estación no está vigilada los con­ductores hacen fiesta.

Lo que el Gobierno quiere hacer es una ridi­culez. Nosotros no pode­mos estar como si fuése­mos traficante de com­bustible en la frontera. El tanque debe llenarse y eso aligera las colas por­que muchos salen de una bomba para otra”, dijo Martínez.

La Prensa realizó un re­corrido por la ciudad pa­ra ver si en verdad la res­tricción en cuanto a la venta de gasolina se esta­ba cumpliendo. En total el equipo reporteril de es­te diario visitó 10 estacio­nes de servicio entre el este, oeste y centro de la ciudad y en cinco de ellas los bomberos colocaban gasolina con normalidad.

La gente se amotina si uno le dice que no, aquí no hay quien defienda a uno si hay algún enfren­tamiento. Si el Gobierno quiere regular la venta de gasolina en todas las bombas debe primero garantizar la seguridad en todas”, comentó Jai­me Suárez, trabajador de una estación de servicios ubicada en el centro de la ciudad.

La única regla que se respetó en las estaciones que no estaban custodia­das fue el de la venta de bidones, pues se pudo conocer que de ser sor­prendido en este acto el trabajador irá preso.

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