Evana Materán | LA PRENSA.- Pidieron una reducción de la jornada laboral. Trabajadores de universidades públicas, como la Uptaeb y UPEL acordaron su propio cronograma que incluye dos días libres a la semana para evitar gastar el efectivo en pasajes hasta las casas de estudio.
Sin intenciones de descuidar sus funciones en los diferentes departamentos, los trabajadores de la Uptaeb acordaron a través de una reunión que es necesario reducir las horas de trabajo para evitar gastos y que además el personal tenga la posibilidad de hacer otros oficios para generar más ingresos o hacer diligencias en los bancos para retirar el efectivo.
“No vamos a dejar de atender a los estudiantes”, aclaró Melvin Méndez, secretario de Reclamo de la Uptaeb, quien detalló que trabajarán en bloques de cuatro horas; es decir, que en la mañana sería de 8:00 a 12:00 o de 11:00 a 2:00 de la tarde.
Indicó que esta iniciativa va a beneficiar a más de 300 trabajadores que se han visto afectados por la situación económica del país. Detalló que los que viven en zonas foráneas son los más perjudicados porque deben pagar hasta cuatro pasajes para trasladarse a laborar.
El secretario general del sindicato de obreros de la institución, Arcángelo Leone, aseguró que en el horario vespertino se intenta que los empleados salgan antes de las 6:00 de la tarde para que no se les dificulte conseguir transporte para regresar a sus hogares, pues las unidades que prestan el servicio en la universidad no son suficientes porque están en mal estado.
En la UPEL también tendrán los dos días libres a la semana, pero según una resolución del Consejo Universitario en su artículo 2, los trabajadores deben asistir a la institución con obligatoriedad el día lunes porque no pueden desatender a los estudiantes.
Eladio Urbina, representante de Sitraupel IPB, explicó que dependiendo de los acuerdos con los supervisores un grupo trabajará de lunes a miércoles y otro los lunes, jueves y viernes. “Es una realidad que nos afecta a todos”, recalcó el vocero.
Los estudiantes comentan que están claros de la realidad que se vive en el país y apoyan a los trabajadores, e incluso solicitan que la flexibilidad en los horarios también se aplique en las evaluaciones de los alumnos que vienen de otros municipios; es decir, que se hagan virtuales.
Otros están confundidos por no saber con exactitud los horarios en las oficinas. Además, temen a que algunos de los servicios se paralicen por esta medida.