Osman Rojas | LA PRENSA.- La brisa ya no mueve a los arboles de la redoma El Obelisco. Las áreas verdes del ícono más importante de Barquisimeto lucen completamente secas. Grama muerta y basura en las esquinas es el escenario dominante del histórico monumento.
“Esto parece el viejo oeste”, dice un señor a su acompañante mientras camina con prisa hacia la avenida Pedro León Torres. “Mira esa grama, lo que da es tristeza”, continua el hombre sin detenerse a admirar la obra que, desde 1952, llena de orgullo a los larenses y que, ahora mismo, parece no tener dolientes.
Este ícono larense es quien le da la bienvenida a los conductores que viene de Trujillo, Zulia y municipios foráneos además de que es una intersección entre Barquisimeto centro y las Zonas Industriales, pero la imagen que ofrece El Obelisco no puede ser más triste.
De los 291 árboles que regalaban sombra al ícono en 2015 quedan 225. Los cujíes, palmas y guayacán han sido talados de forma paulatina por haber cumplido su período de vida. Los pocos que aún quedan en pie están enfermos con parásitos o tienen daños significativos en la corteza.
Manuel Rodríguez, experto en ambientalismo, criticó las condiciones en las que se encuentra estos espacios.
El especialista mostró su tristeza por la desidia y dijo que es responsabilidad e la alcaldía mantener esos espacios.
“El abandono se ha dado de forma progresiva. Al monumento se le ha dejado de hacer mantenimiento y es por eso que vemos como el ícono más importante en la región parece una plaza de mala muerte” dijo.
Tan avanzado es el deterioro en el que se encuentra, que las adyacencias de la redoma están colmadas de basura. Las tres lámparas que en teoría deberían alumbrar las letras que dicen “Barquisimeto” están sin bombillas. Las mangueras que forman parte del sistema de riego fueron arrancadas y la parte de abajo de la redoma sirve de casa a un matrimonio indigente.
“El Obelisco da pena. Hace diez años nosotros íbamos allí todos los domingos porque había actividades culturales, bailes y hasta uno que otro famoso se deja ver en la zona. Ahora todo es distinto; los domingos sólo hay sol porque ni hojas tienen los arboles del monumento”, soltó Rodríguez.
El vandalismo es otro de los problemas que afecta este espacio público. Cuando el sol cae el histórico monumento se convierte en un lugar donde convergen vicios de todo tipo: prostitución y drogadicción están a la orden del día.
“A eso de las 6:00 de la tarde El Obelisco es una parada de rutas. Aquí dan la vuelta los carritos que van para El Caribe y la Paz y cargan en la redoma. Una falta de respeto total para la historia de este lugar”, concluyó Rodríguez.
La Prensa intentó comunicarse con la nueva directiva de la Empresa Municipal de Infraestructura (Emica) para conocer los proyectos que se tienen previstos a futuro para rescatar el ícono larense. Los esfuerzos fueron inútiles pues nadie quiso hablar al respecto.