Jesús Alí Oviedo | LA PRENSA.- Como si fueran perros o caballos. Comercios en Barquisimeto que ofrecen artículos medicinales veterinarios venden como arroz picao el medicamento Ivermectina, pero no para curar animales sino para que las personas se quiten la sarna o escabiosis.
Sorprendida, Rosmery Muñoz vendedora de un comercio para mascotas de la carrera 21 con calle 13 informó que la demanda del antiparasitario en solución ha aumentado en los últimos seis meses.
“Hubo un día que vendí cuatro, pero para personas” expresó Muñoz quien jocosamente se preguntó “¿de dónde sale tanta escabiosis?”.
El tratamiento de la afección causada por el ácaro parásito Sarcoptes scabiei con fármacos para animales, según la dermatóloga Rosario Martín, se debe a la escasez en farmacias de marcas como Ivermectina o Ivergot, pero ella alerta que de acuerdo a la gravedad de los pacientes esto se debe combinar con crema humectante o azufrada para así ir calmando la picazón.
“Diariamente yo atiendo hasta 20 personas que presentan escabiosis por diferentes razones. A mis pacientes les indico que busquen la solución inyectable en veterinarias para el tratamiento y todo depende del caso” explicó.
Otra dermatóloga, quien prefirió guardar su identidad informó que también recibe a muchos enfermos rascandose el cuerpo. Expuso que en los últimos diez meses, de 15 pacientes que van a su consulta a diario, entre 7 y 8 tienen sarna.
En una tienda veterinaria del este de Barquisimeto venden hasta seis Ivermectinas en un día. El producto es una solución al 1% y viene en una presentación inyectable de 5 o 10 mililitros (ml).
Sonia Avendaño, veterinaria del local, contó que quienes la compran le han dicho que los doctores le mandan a que la diluyan en crema.
Causas
Martín precisó que las condiciones ambientales han favorecido que el ácaro prolifere, en especial, la humedad y altas temperaturas. Añadió que cuando las personas se encuentran aglomeradas y hay calor, se contagia con más facilidad.
La otra médico sostuvo que las colas para adquirir alimentos son un escenario propicio para la propagación del parásito dado que la gente se une.