Belimar López | LA PRENSA.– Enfermedades, molestias, desesperación, son parte de las incomodidades que padecen más de 1000 personas en el centro de la ciudad por un colapso de cloacas que tienen más de tres años.
Como si estuvieran en el olvido, las familias residentes de las comunidades Caribean y La voz de Lara, trancaron el paso en la carrera 33 entre calles 27 y 28 para protestar, ante la «indiferencia» de las autoridades competentes.
En estas comunidades, los residentes de siete casas viven en un eterno martirio, ya que desde que comenzó el colpaso, las aguas negras entran a las viviendas y dejan un olor nauseabundo.
Con el pasar del tiempo los reportes de casos de hepatitis y escabiosis no se han ausentado de estos sectores debido al problema de las cloacas. Como si fuera poco, denuncian el agua potable que reciben llega cada tres días y en horas de la madrugada, por lo qué han tenido que optar por el pago de llenado de pipas de aguas que oscila entre los 2500 y tres mil bolívares.
Los vecinos esperan estar todo el día en el lugar, activos en la protesta, hasta que se acerque algún representante de Hidrolara que les plantee soluciones para el problema de cloacas que no escatima en afectar a niños y grandes.
Información Cristina Linárez