Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Con cestas llenas de productos del campo, agricultores del municipio Jiménez se concentraron frente a la sede de la Gobernación del estado Lara para reclamar despacho de combustible. Alegan que han perdido un incalculable número de alimentos a raíz de la poca distribución de gasoil y gasolina que se hace en los municipios foráneos.
Tomates, cebollas, cebollín, cilantro, brócoli, lechuga, cambures, parchitas, entre otros se dejaron ver frente a la gobernación. Estos representaban tan sólo una pequeña parte de la abrumadora cantidad de producción que se está perdiendo en los campos por no tener cómo transportarla hasta los puntos de consumo.
Edwin Mendoza, productor de Jiménez, explica que cuentan con una sola estación de servicio para equipar los camiones y tractores que se necesitan para producir sus cosechas. Dicha bomba se encarga de cubrir por lo menos cincuenta comunidades, por lo que una gandola de combustible, que llega cada 15 días, no es suficiente.
«Considero que por lo menos deberían enviar una gandola a la semana para que todos pudiésemos abastecernos y así garantizarle la comida a todos los venezolanos», destaca.
Los productores mencionaron que otro de los problemas que los afecta son las condiciones de las vías agrícolas que se encuentran destruidas y requieren ser reparadas con urgencia. Para poder movilizar la mercancía deben utilizar motos, caballos, mulas y hasta bueyes.
Productores explican que el tomate y la papa son los alimentos que más se han perdido en el campo. Además del brócoli y la lechuga que corren el riesgo de dañarse, pues estos deben ser transportados en menos de cuatro días.
«Si pasan muchos días ya no son rentables y nadie los quiere comprar. Más perdemos trayéndolos porque es algo que no nos generará ganancias«, apuntó.
«Me duele la situación porque tengo un hijo que es bachiller y se quiere dedicar a la agricultura. Pero en el pueblo no va a hacer nada porque no hay manera de sacar el trabajo hacia adelante», dice Erasmo García.
Afirman que a diario podían salir hasta 30 camiones cargados de cestas y en la actualidad sólo se llegan a ver hasta cinco, pues la mayoría se encuentra arrumado en los garajes esperando que llegue la gasolina.
Los productores repartieron las cosechas a las personas que se encontraban en los alrededores de la gobernación.