Ana Uzcategui | LA PRENSA de Lara.- Juvenal Arveláez, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), alertó el pasado 15 de septiembre que el consumo de leche en el país desde marzo ha caído 88%, siendo unos de los alimentos que menos se está produciendo en el país.
Hémber Meléndez, presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Lara, comentó los sacrificios que deben hacer los productores del campo para mantener el rebaño.
Explicó que una vaca lechera tiene un tiempo de vida útil de 10 años, pero para que dé más de 14 litros de leche diarios requiere consumir cuatro litros al día de alimento balanceado. Ese insumo más el control sanitario de los animales dejaron de ofertarse en Venezuela en el mercado formal.
«Uno se tiene que arropar hasta donde le alcance la cobija, es lo que estamos haciendo los productores. Sabemos que requerimos seguir comprándole el alimento balanceado a los animales y no fallar con su control sanitario, pero hay que disponer de una gran cantidad de recursos para importarlos desde Colombia», mencionó.
Aseguró que además del viaje que deben hacer hacia el país hermano, entre los costos de producción incluyen lo que deben pagar en cada alcabala que consiguen de Venezuela a Colombia, unas 30 desde Táchira hasta el estado Lara, y en cada uno los productores son víctimas del matraqueo por funcionarios que le quitan parte de los insumos que traen o les piden dinero para dejarlos continuar.
Explicó que ante las dificultades que presentan han decidido eliminar los gastos superfluos.
«Antes podíamos comprar máquinas de ordeño, ahora eso representa un lujo, porque en el campo la electricidad la cortan constantemente o si no se registran bajones del servicio continuamente. Ya no se puede tener ese tipo de equipos», comentó.
Para cancelar salarios a empleados también se les hace cuesta arriba. «Nadie en el campo está trabajando por un salario mínimo. La mano de obra sale cara, sobre todo porque los trabajadores muchas veces solicitan el trueque como medida de pago. Exigen un quintal de café, de maíz, o de arroz más la comida por día de trabajo», comunicó.
Los ganaderos también contabilizan entre los problemas que tienen para producir la inseguridad que hay en el campo. El robo de reses es una constante en zonas rurales de la entidad.