Ágatha Reyes | LA PRENSA.- “Espero tener todos los beneficios, principalmente una vivienda porque estoy literalmente en la calle”, así lo dijo José Linares, quien se encontraba sentado en una escalera esperando poder sacar el carnet de la patria. Cuenta que en el 2011 fue víctima de un desalojo y no le dieron oportunidad para buscar un lugar donde vivir, y actualmente debe dormir donde lo agarre la noche.
Afirma que espera poder contar con todos los beneficios que el Gobierno nacional ha prometido a través del carnet de la patria, como acceso a las bolsas de los CLAP y oportunidad de entrar en el sistema de la Gran Misión Vivienda Venezuela, aunque aún no le han dado esperanzas de poder contar con eso.
Así como José se encuentra la señora Nohemí Vásquez, quien afirma que está participando del proceso de carnetización porque en su comunidad le dijeron que si no sacaba el carnet no iba a ser beneficiada con las bolsas de comida, siendo esta la única manera de encontrar algunos alimentos de primera necesidad actualmente.
“No tengo muchas expectativas, sólo lo hago para ver si puedo recibir el CLAP, aunque en mi comunidad no lo recibimos desde hace mucho tiempo”, dijo.
Muchos guaros han decidido sacar el tan mencionado documento por la incertidumbre de si es o no obligatorio, aunque en muchas comunidades ya lo exigen como requisito indispensable para cualquier beneficio, cabe destacar que cualquier persona que sea mayor de 15 años puede sacarlo, aunque sea uno por familia.
Mientras tanto el proceso para obtener el “carnet de la patria” ha transcurrido de forma normal, así lo dio a conocer Rosángel Gordillo, quien se desempeña como jefa de Unidad de Corpolara, quien afirma que a diario logran beneficiar un gran número de personas, aunque actualmente no cuentan con las cifras exactas.