Ágatha Reyes | LA PRENSA de Lara.- La presión hacia el gobierno de Nicolás Maduro debe tomar otro nivel. Según el politólogo Radames Graterol, Venezuela está enfrentando una crisis económica que requiere de decisiones rápidas y oportunas que vayan más allá de un encuentro para una posible negociación entre oficialismo y oposición, tal como ocurrió en Noruega. Precisa que el ciudadano padece una agonía diaria ante el deterioro de la calidad de vida, por lo que no descarta que una vía para salir de la crisis sea una intervención de tipo militar, pues explica que el oficialismo busca «perpetuarse» a la fuerza en el poder.
¿Qué lectura se le puede dar a este encuentro sin resultados entre oficialismo y oposición?
Sin duda que el gobierno busca es ganar tiempo, ellos (el oficialismo) quieren enfrentar una justicia transicional, donde se lleguen a unos acuerdos que les permitan mantener cierto poder en las instituciones del estado y recurren de forma hábil a decir que existe un diálogo en Noruega, cuando un proceso de diálogo requiere un mayor tiempo de preparación.
¿Cómo explicarle al ciudadano esta situación cuando Maduro asegura que Guaidó le mintió al pueblo? pues aunque decía que no había ningún tipo de encuentro tiempo después envía representantes a Noruega.
El manual de diálogos y encuentros señalan que debe haber mucha transparencia en este tipo de interacción y la oposición cansada de lo que ocurrió en procesos anteriores ha aclarado que se trata de mediaciones por parte del gobierno de Noruega, pero que tienen el mismo fin. Cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
¿Es pertinente que continúen los encuentros cuando los anteriores han sido infructuosos?
La oposición ya sabe donde espantan, tiene que pasar rezando. Es decir, no pueden enlodarse o contaminarse con al posibilidad de conversar de manera secreta para no conseguir ningún resultado. Lo mejor es lo que se ha hecho hasta ahora, ser claro y decir que no hubo ningún tipo de acuerdo, pero es clave entender que los diálogos llevan mucho tiempo y ese no lo tiene el país que demanda decisiones rápidas.
¿A qué decisiones se refiere?
La política no es igual al tiempo real, por eso hay que tomar en cuenta la opinión de la gente. Los Estados Unidos y el resto de los países que respaldan a Venezuela, están buscando agotar todos los esfuerzos diplomáticos antes de cualquier posibilidad de intervención, sin embargo, creo que si en un tiempo prudencial no ocurre el cambio se puede perderse la credibilidad.
En esta etapa en que se encuentra el país ¿cuál debe ser el papel de la comunidad internacional?
Procurar la intervención, ellos sabrán cual es la vía por la experiencia que tienen en distintos países. Pero con cualquier acuerdo hay que tomar en cuenta la posición de la FANB que está de parte del gobierno, incluso la fuerza paramilitar. Esa intervención debe obligar a los militares y paramilitares cumplir con cualquier acuerdo que exista.
¿Habla de una intervención de tipo militar?
Si. La metodología no la sabemos, pero si debe ser una opción de mayor análisis, sino se cede a una elección realmente competitiva como se ha planteado en más de una oportunidad. No se trata solo de cambiar al presidente, sino a un TSJ que lo controla el PSUV y lo mismo pasa con el resto de los poderes públicos, además está la Asamblea Nacional Constituyente que en cualquier momento destituye lo que se le ocurra.
¿A qué atribuye que en ningún encuentro entre oficialismo y oposición se ha logrado un acuerdo?
El gobierno lo que busca es ganar tiempo. La oposición se está cuidando y no quiere salirse de una ruta trazada como es el cese de usurpación, el gobierno de transición y elecciones libres, mientras que del gobierno es perpetuarse en el poder, a mediano plazo el objetivo del oficialismo es llegar por lo menos hasta el 31 de diciembre, porque sería un impacto emocional fuerte contra la figura de Guaidó.
¿Qué escenario ve cuando los venezolanos tienen seis meses repitiendo los pasos de la AN y a la fecha no se ha logrado la ruta de Guaidó?
Hay muchos logros que deben reconocerse como la unidad de la oposición, calentar nuevamente las calles, despertar emociones interesantes, la visibilidad de un líder de la oposición, pero la situación económica que tenemos está demandando decisiones oportunas rápidas.
¿El llamado que la oposición ha hecho a las fuerzas militares ha tenido algún alcance?
Creo que no se ha logrado la representatividad de apoyo militar esperado, por supuesto que se han generado fracturas y la procesión de muchos va por dentro, pero no ha generado que exista una especie de ejercicio superior que haga que las FANB den el paso y retiren el apoyo a Maduro.
¿Qué hace falta para que las FANB retiren el apoyo a Maduro?
Tal vez las ofertas que ha hecho la oposición a los funcionarios no son tan tentativamente atractivas para que den el paso definitivo. Aunque está la Ley de Amnistía o el retiro de sanciones por parte de EE.UU como ocurrió en el caso Figuera, aun hay dudas en que la oposición pueda darles un poder mayor al que ya el oficialismo les dió. La oposición debe entender que el chavismo ha jugado en bloques y esa ha sido su fortaleza.