Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- La falta de inversión está acabando con el Casco Histórico de Barquisimeto. Las casas que representan una columna vertebral en la historia de Iribarren por ser parte de la «cuadrilla fundacional de la ciudad» se desploman de a poco, pues las autoridades regionales no se han preocupado por hacer mantenimiento a las estructuras.
El sábado en la noche, la antigua «Parrillera de Don Juan Cantó» fue la última de las casas en sufrir por los embates del tiempo pues tiene, aproximadamente, 150 años de construida y se le desplomó parte de su techo y la pared. La vivienda ubicada en toda la esquina de la carrera 17 con calle 24, presuntamente, se destruyó por la presencia de comején (insectos que devoran y pudren la madera) y según Yuyita de Chiossone, representante de la Fundación Amigos del Casco Histórico, el desplome de esta estructura es el sexto incidente que hay en la zona en los últimos cinco años.
«Lo que nos preocupa es que no hay un presupuesto asignado por parte de las autoridades regionales para preservar estas casas», expresó al exconcejal Milagro Gómez de Blavia, integrante del Consejo Consultivo, al ser preguntada por el desplome que se originó el sábado en la noche.
Gómez de Blavia comenta que este problema no es nuevo, pues en el 2014 se detectó un brote de comején en la gran mayoría de casas que no fue atendido por las autoridades. «No hubo un proyecto para superar este problema y hoy se están viendo las consecuencias. Nunca se hizo el mantenimiento adecuado y esas son casas muy frágiles porque están hechas con adobe, teja y caña brava. Con el paso del tiempo las estructuras seden», dice.
De Chiossone pide a las autoridades que tomen cartas en el asunto para evitar que este poco patrimonio que queda sea mantenido y recuperado. «Pintando casas y colocando papagayos (como los hay cerca del desplome) no se solventan los problemas estructurales», dijo.