Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.-& ;Pobladores de la parroquia Agua Viva de Palavecino y ecologistas denuncian que la tala y los voraces incendios en el Parque Nacional Terepaima son provocados por campesinos que han invadido la montaña para instalar conucos, y los cuales han afectado no sólo a ese espacio natural, sino también a quince comunidades adyacentes, cinco acuíferos y a la biodiversidad de ese pulmón vegetal.
De acuerdo a los vecinos, estos campesinos no son residentes de la zona. Sólo llegan al parque nacional y amparados en el Plan Soberanía Alimentaria, impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro, prenden fuego a los terrenos para abrir espacios y sembrar caraotas y maíz, ante la proximidad de las lluvias.
«Los conucos que de manera improvisada han instalado no superan ni las dos hectáreas, pero están acabando con cientos de especies arbóreas como samanes y cedros, que han sido deforestados para dejar un desierto de hollín», denunció José Sotillo, cronista de Agua Viva.
Exhortó a la alcaldesa Mirna Víes a pronunciarse y evitar la indiferencia ante el ecocidio, y al Ministerio de Ecosocialismo y Agua, Inparques, Fiscalía Ambiental y Prefectura iniciar las investigaciones para sancionar a los invasores.
Carlos Graterol tiene parte de su hombro y brazo izquierdo quemados, ha luchado desde el sábado con sus propios medios para apagar las llamas que consumen la montaña. Su casa está ubicada en el asentamiento campesino El Dique uno de los más afectados por el incendio. Varios niños y adultos presentan afecciones respiratorias e irritación en los ojos por la humareda.
«El incendio nos dañó un rollo de 100 metros de manguera, que estaba conectada a un reservorio natural del que extraíamos agua para abastecer a 86 granjas productivas, ahora no tenemos cómo recuperarla», lamentó.
Samuel Pérez, ecologista, manifestó la poca capacidad de respuesta que han tenido los bomberos de Palavecino para atender el incendio. «El lugar lo han inspeccionado en moto acompañados de la brigada bomberil de Yaracuy, pero llegan sin recursos y sin los equipos necesarios para evitar que la quema se extienda. Funcionarios de rescate han manifestado que no tienen gasolina para trasladarse hasta el epicentro del incendio que queda a 20 minutos de la entrada del parque», comentó.
Este parque, declarado patrimonio natural de la nación, tiene 18.650 hectáreas y abarca los municipios Palavecino, Iribarren, Simón Planas y parte de Araure en Portuguesa. Entre las comunidades que reciben directamente las ráfagas de viento que exacerban el fuego se encuentran: Lomas de Tabure, Filas de Potrero, Filas de Cocodrilo, Bosque de Agua Viva, Vallecito, Valle de Guamacire, Las Chinitas, Los Peñuscos, La Mora, asentamiento campesino La Mata, La Vainilla, El Dique, El Asfalto. La calima, (especie de humo denso) está presente en todo el cielo de Palavecino.
El historiador José Sotillo, alertó que los acuíferos afectados son, Guamacire y Río Claro de la parroquia Juares en Iribarren. Tabure, La Mata y Los Platones en Cabudare. «Las principales reservas hídricas están en los bosques por eso es urgente que se detenga este delito», alertó.
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