Euseglimar González | LA PRENSA.- La inseguridad en distintas comunidades ha desencadenado linchamientos en Lara. En lo que va de año se han contabilizado 22 intentos de golpizas y tres muertes de presuntos antisociales por linchamientos.
La situación ha hecho que los vecinos decidan tomar la justicia por sus propias manos, generandose una descomposición social en el estado, según lo afirman especialistas.
Alrededor de dos intentos de linchamientos por mes se registraron entre enero y mayo de 2016, aunque para junio está práctica se fue incrementando y en agosto subió a cuatro hechos violentos, en la primera quincena de septiembre se superó esa cifra, pues van cuatro.
En distintos puntos de Lara se han presenciado linchamientos. De los 25 hechos, 16 han sido en Iribarren. Comunidades enardecidas arremeten en contra de los choros hasta el punto que los dejan sin vida en algunos casos. Aunque en Lara se han presentando varios intentos de linchamientos, solo tres personas han fallecido por los golpes.
Entre los casos más recientes destaca el intento de linchamiento de un hombre en el sector El Cujizal de Bobare, al parecer ingresó a una vivienda para robar y se lanzó hacia el cuerpo de una niña, la madre comenzó a gritar y lo señalaba como violador. Los vecinos al escuchar los gritos salieron en defensa.
Luego de darles golpes con bates y piedras, le rociaron gasolina y le prendieron fuego. Cuentan los vecinos de ese sector que un cristiano lo auxilió, sin embargo, después que presentó quemaduras en los brazos, piernas y cara, al presunto ‘violador‘ le echaron cocuy y le gritaban ‘eso te pasa por violador‘.
Mientras que en las tres muertes, se encuentra un hombre que la comunidad golpeó con piedras y palos en el barrio Lindo de El Jebe. El hecho ocurrió el 28 de mayo, Joel Peraza (65) conocido como ‘Oriel‘ al parecer se dedicaba a robar cables para vender el cobre, la comunidad lo pilló y le cayeron a piña. El hombre quedó golpeado en la calle y minutos después murió.
Los móviles más comunes en casos de turbas enardecidas contra delincuentes, son robos, asesinatos impunes y violación de niños y/o mujeres, según estadísticas manejadas en La Prensa.
Carlos Meléndez, sociólogo y miembro del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), soltó que el alto porcentaje de violencia se debe a la impunidad que existe en el país sobre los homicidios que quedan impunes. A su juicio indicó que la desconfianza en los funcionarios de seguridad y judiciales, ha hecho que la población se canse y caiga en la desesperación y quieran cobrar justicia con sus manos.
‘La sociedad es violenta gracias al quiebre de los sistemas de seguridad en el país. Los linchamientos no son otra cosa que la deficiencia de seguridad‘, señaló Meléndez.
Meléndez acotó que estos hechos se ven reflejados cuando no existe castigo a los delincuentes -pena judicial-. El sociólogo apuntó que no se justifican los hechos porque es una violación a los derechos humanos, derecho a la vida. La sociedad solo escuda en que los sistemas de seguridad no sirven.
Como un descontrol y desesperación catalogó Meléndez ese tipo de violencia. Aunque señaló que la práctica se hace como una forma de estallido social. ‘La sociedad se está revelando ante el estado‘, añadió Meléndez.
Los linchamientos ya no se dan mayoritariamente en caseríos donde quizás no hay protección policial, sino que ha comenzado a incrementarse en zonas de la clase media. A tal punto en que estos hechos se han expandido en toda la población.
Aunque en algunos municipios en donde se han presentado este tipo de prácticas, muchos de los vecinos no comparten esa violencia, señalaron que no están de acuerdo, pues a veces pagan “inocentes”.
“Aquí a los malandros lo hemos agarrado a palo para que dejen de robar, pero hay cristianos evangélicos que se meten a defenderlos y hasta a ellos le dan golpes. Eso está muy mal”, sostuvo María Jiménez, vecina de Bobare.