Osman Rojas | La Prensa-. El grito al cielo pegó Julia Lucena cuando fue a ver a su ginecólogo en la Clínica Razetti y la secretaria le dijo que la consulta le costaba 6 mil bolívares y que tenía que pagar otros tres mil para que le realizaran el ecosonograma.
“No me fui corriendo porque sabía que en otro sitio lo iba a conseguir al mismo precio y lo pagué porque era necesario, pero de verdad me parece una falta de respeto lo que están cobrando”, dijo indignada Lucena minutos antes de salir de la clínica.
En los últimos tres meses el precio de las consultas privadas se ha incrementado, esto debido a la situación del país que no permite a los especialistas encontrar los insumos a precio regulado para poder trabajar.
Cecilia Cárdenas, médico internista, explica que en la actualidad mantener un consultorio cuesta cerca de 100 mil bolívares al mes, eso pagando únicamente a la secretaria, servicios básicos, como agua y luz, y material descartable, como inyectadoras o guantes.
“La inflación nos está comiendo y eso es algo que los pacientes deben entender. Trabajar en un consultorio por muy simple que sea cuesta un dineral, porque únicamente en papel se gasta una millonada”, lamentó Cárdenas.
Las consultas que más han subido son aquellas en las que son necesarias algún examen especial, como la de ginecología que amerita, en la mayoría de los casos, la realización de un eco o las consultas con los hematólogos en los que se requiere la valorización de exámenes sanguíneos.
“Hace tres meses, en el ginecólogo pagaba 4 mil bolívares y ahora pago 6. Todo sube de forma increíble”, dice frustrada Annaís Torres al ser consultada en una de las paradas de Transbarca de la avenida Libertador.