Osman Rojas | LA PRENSA.- El grito al cielo pegó la señora Elva Giménez cuando se enteró que el kilo de café estaba en 930 mil bolívares. Pensando que había escuchado mal la mujer preguntó una vez más al vendedor por el precio pero la respuesta fue la misma.
“Llegó para 930 mil, mi señora”, dijo el hombre. Tomarse un café en estos momentos es todo un lujo. La galopante inflación que hay en el país hace que sea prácticamente imposible cumplir con las tradiciones familiares y es que, servir un guayoyo para entablar una conversación es algo que no todos pueden hacer.
La gente se volvió loca. ¿Cómo voy a dar casi un millón de bolívares en un kilo de café? la gente está abusando y lo peor es que no hay nadie que contrarreste esta situación”, dijo Miguel Santana, mientras hacía sus compras en el mercado Terepaima.
El sorprendente precio del café tuvo un impacto inmediato en los vendedores ambulantes quienes ajustaron esta semana el precio del negrito que pasó de 4 mil bolívares a 8 mil 500 en menos de cinco días.