Osman Rojas | LA PRENSA.- Parada frente al estante de un comercio asiático está la señora Rosa Hernández. En su mano derecha sostiene un kilo de sal Bahía mientras busca a un empleado que le diga en cuánto está el condimento.
“Vale un millón 150 mil bolívares”, dice un chino en un español bastante claro. La respuesta del vendedor dejó atónita a la señora Hernández que luego de escuchar al hombre devuelve el empaque a su sitio y sale del lugar sin ni siquiera dar las gracias.
“Iremos a comer simple”, es la reflexión que hace la señora luego de abandonar el comercio. El sentir de esta mujer enmarca el de cientos de compradores larenses quienes con asombro ven cómo el kilo de sal rebasa la barrera del millón de bolívares.
“No entiendo el encarecimiento de la sal. Hace una semana compré un paquete en 500 mil bolívares y en menos de siete días aumentó en un 100%”, relata Manuel Carmona, profesor jubilado.
El equipo reporteril del diario La Prensa realizó un recorrido por diversos comercios en la ciudad para constatar el precio de la sal. En tres de los cuatro locales visitados el condimento superaba el millón de bolívares mientras en otros el costo era de 835 mil bolívares.
“Lo que queda claro es que una persona que cobre sueldo mínimo no podrá condimentar su comida”, lamenta el señor Carmona.