Osman Rojas | LA PRENSA.- El grito al cielo pegó Katherine Montes cuando fue a cancelar la consulta ginecológica en la clínica Razetti y la secretaria le notificó que eran 50 mil bolívares por el eco y el chequeo médico. Asombrada por la cifra Montes pidió a la asistente que le desglosara los costos y ella le dijo que la consulta costaba 35 mil bolívares y los otros 15 correspondían al examen especializado.
“Casi me muero cuando me enteré de lo que costaba. Vine por un chequeo rutinario, apenas hablé con la doctora y me cobraron un dineral por eso. Siempre me he visto con ella pero después de estos precios voy a considerar la red pública”, dijo con indignación Montes al salir del centro médico.
Y es que de un día para otro las consultas en los centros privados pegaron un brinco al cielo. En centros tipo uno como la Razetti o la Canabal la visita al ginecólogo estaba en 20 mil bolívares la semana pasada mientras que otras especialidades como cardiología o pediatría también han subido de 10 a 20 mil bolívares
“Uno entiende que la situación país obliga a las personas a realizar ajustes pero tampoco hay que tirarle a los enfermos. Al precio de la consulta hay que agregarle los medicamentos y en eso se pueden ir 100 mil bolívares fácil”, detalló Antonio Suárez, paciente cardiaco quien aseguró verse en la red pública porque allí le sale gratis.
Jorge Mendoza, cardiólogo de la clínica San Francisco, explica que el alza en las consultas se debe a la situación país. Aseguró entender la postura de las personas y pidió compresión alegando que ellos (los doctores) también sienten los embates de la crisis.
“No es fácil mantener un consultorio. Nosotros pagamos servicios, pagamos personal y mantenemos infraestructuras. Los ajustes que se hacen son para poder mantener las puertas abiertas porque cada ajuste salarial nos aprieta más”, dijo.
En líneas generales las consultas en todos lados aumentaron entre un 25 y 30%.
El precio de los exámenes especializados como electrocardiograma o eco pelvico si se mantienen aunque los médicos aseguran que esto podría cambiar en cualquier momento. “Los materiales suben a cada rato”, explicó Mendoza.