miércoles, 30 abril 2025
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Precio de bebidas instantáneas espanta

Leonellas Díaz | LA PRENSA.- “Prefiero invertir dinero en un kilo de frutas que gastar hasta 2 mil en un sobre de Nestea o Tang, lo que gasto en un solo paquete me sirve para comprar 4 kilos de frutas”, es lo que ha resuelto Jéssica Camacho desde hace unos meses, cuando los sobres de bebidas instantáneas se pusieron caros.

“Con agua, guayaba y lechosa puedo hacer los jugos que le gustan a mis hijos, además de que son más sanos y económicos”, remató la mujer.

A pesar de que en el mercado no hay azúcar y los sobres de bebidas instantáneas tienen el endulzante, muchos han dejado de adquirir “paqueticos” de Lipton, Nestea, Nesfruta o Tang por lo caro que están.

Algunos de los consultados por La Prensa indican que es exorbitante el incremento de 500 a 1500 bolívares por sobrecito de jugo y pegan el grito al precio cuando ven el valor de la marca Nestea de durazno que puede costar 2 mil 300 bolos, mientras que el de limón está en Bs. 2 mil.

El comerciante Pedro Jiménez alegó que a pesar de que el dinero no alcanza y que en oportunidades las ventas están flojas porque no se llevan el producto, los usuarios llegan a su negocio en búsqueda de sobres de Nesfruta, que es uno de los más vendidos.

“La gente busca los sabores: parchita, naranja, manzana y piña”, son los que más gustan, cuando no consiguen les ofrezco Toddy, chicha, avena o Cerelac.

Por su parte, el frutero Pedro Sánchez comentó que para cuidar la salud, por dieta, preparar jugos o por ser más nutritivo, las personas se han llevado de su negocio: parchita, lechosa, fresa, durazno, melón o mango.

Dijo además que a algunos no les alcanza para comprar las frutas, que la más costosa es el melón y durazno en 3 mil el kilo, en vista de no poseer la cantidad suficiente se han acostumbrado a tomar agua después de las tres comidas.

“La azúcar está muy cara, pago hasta 5 mil bolívares por un kilo; por eso, en ocasiones, prefiero comprar un sobrecito de Nestea para no pasar la comida con agua, es muy desagradable tener que comer y no tener con qué pasar la comida”, contó entre risas Daniel Gómez.

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