Cercas derrumbadas, columpios oxidados, piezas caídas, áreas verdes secas, rumas de monte y poca iluminación es la realidad que arropa a algunas plazas y parques ubicados en comunidades de Barquisimeto. Una marcada diferencia con aquellos que están en las principales avenidas de la ciudad, donde el color siempre destaca.
En zonas como San José, La Concordia, Santos Luzardo y la calle 38 con Ribereña, estos espacios presentan condiciones deplorables, en algunos sectores vecinos intentan recuperarlos por autogestión, pero no se dan abasto para cubrir las mejoras que requieren.
En la comunidad La Concordia, hacia el centro de la ciudad, está ubicado el parque Ibrahim Daza que fue inaugurado en 1998 en honor al ciclista larense que formó parte del selecto grupo de grandes corredores de Venezuela. Allí sólo queda la estructura de los columpios, la rueda y el tobogán están oxidados y las pocas matas que tiene es porque vecinos de la comunidad se han encargado de sembrarlas.
«A veces, cuando podemos reunimos dinero para pagar a alguien que corte y se lleve el monte seco que sale. La cancha que está cerca junto al parque no tiene tanto tiempo, pero no tiene iluminación. Es verdad que por acá vivimos principalmente personas de la tercera edad, pero también nos hacen falta estos espacios para los niños que hay y para nuestros nietos», dice Gladis Zambrano, quien tiene más de 45 años viviendo en la comunidad.
En peores condiciones se encuentra la plaza ubicada en La Concordia, en la calle 7 con calle 5 entre veredas 5 y 6. Este es un espacio en forma de pera, donde adicional a las estructuras de juegos cuenta con bancos y mesones, allí se hacían fiestas, pero ante el deterioro no se puede estar en el lugar. «Desde hace como 10 años nadie le hace un cariñito», cuenta Édgar Izarra, vocero del consejo comunal urbanización La Concordia.
Dice que en innumerables oportunidades han hecho solicitudes a la Alcaldía de Iribarren, pero no han recibido respuesta de las autoridades.
Abandono en plazas y parques es notorio
Al pasar por el lugar se ve cómo el monte seco invade cada rincón, a pesar de los años y la falta de mantenimiento aún se mantienen en pie las estructuras metálicas. Los vecinos más cercanos al lugar, en algunas ocasiones limpian por áreas para llevar a los niños y que puedan tener un tiempo de esparcimiento seguro.
Asimismo sucede en la comunidad de San José, pues el parque que por años se conoció como «Juan Cuchara», que posee estructuras de cemento y de metal para jugar, en la actualidad se encuentra deteriorado, la cerca está caída, los baños y lo que servía como biblioteca pequeña están en abandono. Eduardo Pineda, vecino del sector, cuenta que antes al parque le hacían mantenimiento el personal de Vencemos Lara, pero desde hace dos años para acá eso ya no pasa. «Por eso está tan abandonado y más desde que se construyó la cancha de básquet», dice.
En el parque El Limón, ubicado en la comunidad Santos Luzardo, al norte de la ciudad, la realidad no es diferente, a pesar de que en el año 2021 la municipalidad rehabilitó estos espacios, las condiciones no son las ideales, pues las estructuras han sido dañadas. Las áreas verdes están secas y aunque muchas personas, desde jóvenes hasta los de la tercera edad, disfrutan de lo amplio del lugar, los vecinos creen que se puede hacer más.
Román López vive justo al frente del parque y a diario disfruta de la sombra y la brisa que llega por los árboles. «Cada mes y medio o dos meses vienen a cortar el monte, pero no se lo llevan, arruman los escombros en un costado y de allí han salido hasta culebras, por eso las personas prefieren no venir. Cuando vienen a limpiarlo deberían llevarse lo que cortan, porque eso representa un peligro para toda la comunidad», comenta.
Los vecinos de estos sectores esperan que las autoridades vuelvan a las comunidades para rescatar estos parques y plazas que sirven de esparcimiento para ellos.
