miércoles, 23 julio 2025
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Plaza Bolívar es un nido de choros que se llevan carros estacionados

Cristina Linárez | LA PRENSA.- La Plaza Bolívar se ha convertido desde hace cuatro años en el blanco para el robo de vehículos ante las vías de escape rápido que esta posee, y la falta de operativos de seguridad por la zona que dan paso al hurto de al menos un carro diario.

Comerciantes en los alrededores de la conocida e importante plaza, aseguran que “ven la movida” de los choros cuando abren los carros, se montan y a toda velocidad “se pierden del mapa”.

Que esta plaza tenga vías de acceso hacia la avenida Ribereña y sectores como El Roble, San Vicente, Santo Domingo y Macuto “se las pone papita a los malandros”, según comentan comerciantes de la zona.

Una comerciante cercana a la plaza, quien además vive en uno de los sectores antes mencionados, que no quiso revelar su nombre, afirmó que los delincuentes se llevan los carros, los esconden en barrios y aprovechan de desvalijarlos.

“La zona se presta para que los amigos de lo ajeno hagan de las suyas, y esto parece no acabar”, dijo una vendedora de café en los alrededores de la Plaza Bolívar, quien no quiso revelar su identidad por seguridad.

La comerciante asegura que en las adyacencias de la plaza de lunes a viernes la Policía Municipal y Estadal, la mayoría de las veces, colocan alcabalas en la carrera 18 con calle 25 y en la carrera 17 con calle 24, pero no hacen operativos en toda la zona. “Se quedan en un solo punto matraqueando a la gente y no ofrecen seguridad para el pueblo, por eso es que continúan los robos”, precisó.

Quienes frecuentan la plaza comentan que para los robos en la zona no hay hora, pero después de las 5:00 de la tarde “se pone candela”, porque hay menos gente y al no haber alumbrado los choros aprovechan.

Otros casos

El robo de carteras, bolsos y teléfonos, también es muy común. Cuando se ve a alguien que corre a toda velocidad y se pierde entre la gente que camina por la plaza, ya se sabe que hubo un robo.

“Los malandros si ven a la gente descuidada, sin apretar los bolsos y con el teléfono en la mano no lo pelan”, dijo Daniela Marín, de 43 años, quien aseguró frecuentar la zona porque compra a diario su almuerzo por la plaza y ha visto cómo los delincuentes cometen arrebatones sin piedad alguna.

Comerciantes y trabajadores de la zona aseguran que quienes roban no pasan de los 30 años de edad.

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