Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Se lanzó otro más», es la frase más escuchada en los alrededores de las Torres de El Sisal, al oeste de Barquisimeto. Quienes viven y trabajan por allí viven con el miedo permanente de enterarse de un nuevo deceso en el mal llamado «trampolín de la muerte».
Afirman que la falta de presencia policial y patrullaje por la zona es uno de los factores que hace que las personas puedan acceder con facilidad a la estructura, subir las escaleras y lanzarse al precipicio.
«Una que otra vez pasa una moto, pero no es constante. Si todo estuviese vigilado o hubiese un módulo se evitarían muchas muertes», declara Rafael Barreto.
Asimismo, recomiendan demoler las escaleras de por lo menos los tres primeros pisos de 22 que tienen estas cuatro torres que han pasado a ser un escenario frío y tenebroso, por la cantidad de decesos que allí se han registrado.
«Si hacen eso todo sería más fácil porque entonces las personas tendrían que venir acompañadas o buscar una forma para poder subir. Eso es mucho trabajo para matarse«, declara Luis Medina, transportista que cubre la ruta de El Sisal.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este miércoles 07 de junio.