Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Si la Organización de Naciones Unidas (ONU) quiere ver la realidad en Venezuela tiene que visitar los centros de reclusión en el país. Esa es la aseveración que hace Lesbia Parga, madre de un paciente psiquiátrico privado de libertad, quien pide a Michelle Bachelet, alta comisionada del organismo internacional, que se ponga la mano en el corazón y exija trato justo para estos enfermos.
«No es posible que yo tenga cuatro semanas tratando de hablar con alguien en el Edificio Nacional para explicar que mi hijo necesita medicamentos psiquiátricos y todavía no he podido hacerlo. Quiero reunirme con el comisionado policial, pero cada vez que vengo debo meter la cédula en una bolsa y ver si corro con suerte«, dice.
La señora denuncia que su hijo ha intentado suicidarse dos veces debido a la falta de tratamiento. «Él no tiene conciencia de lo bueno y lo malo«, dice desesperada.