Cristina Linárez | LA PRENSA.- Panaderos en la entidad larense siguen haciendo maromas para no dejar caer su negocio ante la falta de la harina de trigo que les impide elaborar los panes, y ahora algunos sobreviven a punta de ventas de empanadas, arepas y tostadas, cuando consiguen la harina PAN a buen precio.
La situación con el tiempo se agudiza para quienes se ganan la vida vendiendo panes. Panaderos viven entre la espada y la pared ante las fallas de distribución de la harina de trigo por parte del Gobierno Nacional y buscan otras opciones que les generen ingresos y seguir trabajando.
“No tenemos nada de pan a la venta, ni el pan de sandwich que era el que siempre quedaba, resolvemos con la harina Pan, y desde hace dos semanas hacemos desayunos porque este tipo de harina se está consiguiendo más fácil y a buen precio porque no nos resulta comprar harina de trigo a los bachaqueros”, expresó Leoncio Herrera, un panadero del oeste de la ciudad.
Además destacó que la venta de desayunos la vieron como una de las mejores opciones para que la gente entrara a la panadería a comprar, ya que asegura que siempre se asomaban y al ver que no había pan se iban.
En un recorrido realizado por nuestro equipo reporteril, la mayoría de las panaderías se encuentran sin nada. Algunos panaderos aseguran que se cansan de hacer el pedido de la harina al Gobierno y la espera se hace eterna; ante esto algunas están funcionando como bodegas, porque sólo tienen a la venta chucherías, jugos y refrescos.
La desesperación de los panaderos pica y se extiende. Un letrero con la frase “No hay pan” es cada vez más común en los comercios, lo que también ha generado que los consumidores recorran varias de estas para poder comprar el pan.
“Ahora son contadas las panaderías donde venden pan y solo 1 vez al día, la gente anda es buscando cuál tiene harina y se ponen a hacer la cola afuera hasta que salgan los panes”, dijo Sandra
Pérez, una consultada.