Julián Alvarado | LA PRENSA DE LARA.- Los últimos años se han convertido en una etapa muy difícil para los ciudadanos. Los problemas políticos, económicos y sociales han representado un atraso de muchos aspectos en Venezuela. La falta de prevención, de mantenimiento idóneo y de inversión a futuro pueden generar debacles que posteriormente se terminan lamentando.
Con la idea en mente de que para conservar un área determinada en óptimas condiciones se debe invertir en el tiempo justo y con las condiciones adecuadas, Julio Gutiérrez, actual presidente del Colegio de Ingenieros de Lara, realizó un balance en el que manifestó que el principal causante de que la tierra de los guaros colapse y se vea tan comprometida cuando se presentan las intensas lluvias es la falta de prevención desde hace muchos años y la desinversión en el área de los drenajes de aguas de lluvia, de aguas blancas y negras en todo el territorio larense.
Gutiérrez especifica que desde hace 23 años la población ha ido en aumento, así como también más zonas han sido ocupadas. El especialista confirma que ha existido un significativo crecimiento de demandas de servicios básicos, se han otorgado permisos de construcción, pero el área de los drenajes ha quedado totalmente olvidada, generando esto la presencia de un sistema que es insuficiente para captar la cantidad de agua producto de las lluvias.
En las últimas dos semanas, el estado Lara, principalmente en las ciudades de Barquisimeto y Cabudare (que concentran más del 70% de la población guara), percibió un colapso gigantesco por la abundante agua de las intensas precipitaciones que terminaron afectando gran cantidad de lugares.
Hubo zonas más perjudicadas y donde se suscitaron grandes daños materiales, como pérdidas de enseres o afectación de automóviles. Pero a rasgos generales, en el estado Lara quedó evidenciado un importante atraso en cuanto al sistema de drenajes.
Según el ingeniero civil con estudios especializados en el área de drenajes, desde el año 2009 las diversas alcaldías del estado no ejecutan proyectos relacionados con la evaluación, restauración y ampliación del sistema de drenajes.
El Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDES) y la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE), ambas eliminadas en el año 2009, eran las entidades encargas de trabajar en mejoras para el sistema de drenajes de cada uno de los estados del país. Estas dos entidades descentralizadas desaparecieron y desde ese momento todo ha ido en picada en el apartado de aguas servidas en Venezuela.
Los 1345 kilómetros de tuberías de aguas negras y 1900 kilómetros de tuberías de aguas blancas en la ciudad de Barquisimeto que actualmente están en un estado bastante deplorable por la falta de mantenimiento, prevención y trabajo necesitarían de una ardua tarea de reposición anual de 100 a 110 kilómetros, lo que representaría más de 13 años para contar con sistema de aguas negras eficientes y 19 años en el caso de aguas blancas. Cada trabajo sería de forma ininterrumpida y requeriría de estratosféricas inversiones para ser ejecutadas.
Trabajo por hacer
El sistema de drenajes cuenta con tuberías que datan de la década de los años 40 y 50 que debieron ser cambiadas hace largo tiempo porque cumplieron con sus propósitos en su momento, pero hoy en día no tienen un rendimiento eficiente.
Las lluvias de este año que generan significativos problemas no sólo en el estado Lara, sino en todo el país se consideran atípicas porque no son frecuentes, son atribuidas al fenómeno de la Niña. Aún así, Gutiérrez no ve esto como una excusa para no afrontar que desde hace años se tenía que restituir paulatinamente el sistema de drenajes.
«Son lluvias que se prevén. Cada 25, 50 o 100 años pueden presentarse este tipo de precipitaciones y para eso deben hacerse estudios con la llegada de cualquier mandatario, tomando en cuenta el plan de desarrollo urbano, el cual debe ser planificado para 15 años», enfatizó el especialista.
A esta altura, reponer el sistema de drenajes requiere de una inversión importante en materias de tiempo y dinero. Sacando un análisis de forma general, el presidente del Colegio de Ingenieros, tomando relación de la restauración de 900 kilómetros de drenaje implicarían nueve años de trabajo ininterrumpido, donde 100 o 120 metros lineales de tubería se irían sustituyendo anualmente.
Para ejecutar semejante obra se estarían necesitando un aproximado de 12 millones de dólares anuales que al multiplicarlo por nueve años se transformarían en un estimado de 108 millones de dólares, para que el estado cuente con un sistema de drenajes adecuado al número de habitantes y sectores presentes en la actualidad.
«Hemos sufrido lluvias atípicas en la entidad»
El actual alcalde del municipio Iribarren, Luis Jonás Reyes, expresó que las fuertes lluvias que se suscitaron en el estado Lara emanaron una cantidad de agua muy grande, superando la capacidad del sistema de drenaje.
El mandatario municipal indicó que los colapsos fueron presentados en puntos neurálgicos; lugares muy específicos, que tienen la confluencia de algunas calles que dan a ese sector y que no tienen pendiente.
«Debemos realizar estudios de los puntos focales para mejorar el sistema de drenaje, ampliar la capacidad, cambiar los tubos porque cumplieron su vida útil. Son sólo algunos puntos, no toda la ciudad«, expresó Reyes.
Con respecto a la actualidad del sistema de drenajes y los trabajos que se deberían implementar para mejorarlo, la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), precedida por Angélica Yépez, considera que se debe reestructurar el sistema, siendo esto un proyecto de gran envergadura que se debe realizar con una proyección de mediano o largo plazo.
«Se realizará un trabajo con los bomberos, Protección Civil y Policía Municipal para hacer cierres preventivos en algunos puntos previamente monitoreados. Trabajaremos en los proyectos con diferentes opiniones, de varias universidades y asesores», aseguró Yépez.
Desde Emica confirman que están evaluando el proyecto completo para ver en qué se tiene la capacidad de financiar. Indican que es un trabajo extenso porque deben hacer apertura del asfalto, sustitución de tubería y evaluación de todo el cuadrante de captación.
«Son proyectos que costarían más de 4 o 5 millones de bolívares y empezar los trabajos dependerá del proceso de financiamiento que se logra mediante la recaudación de impuestos», añadió Yépez.
Cabudare tiene varios sectores que se inundan
Pare el ingeniero Manuel Cols, exdirector general de la Alcaldía de Palavecino, la situación es que los drenajes son insuficientes en este municipio, debido a la falta de planificación mientras la población sigue creciendo. Un hecho que se agrava por la falta de mantenimiento y obstrucción permanente de las tuberías.
Recalca la existencia de 23 cauces entre quebradas y bucos, entre ellos tienen mayor fuerza en El Tomo, Tabure, La Mata y Agua Salada. Menciona que en 2007 se tuvo un plan de drenajes elaborado por el ingeniero César Albahaca, el que debería actualizarse para incluir las exigencias de estos últimos 15 años.
Recuerda que se necesitan presas para el control de crecidas y ampliar cajones de paso (puentes) para evitar inundaciones en Valle Hondo.