Rafael Piña | LA PRENSA.- No quieren más mentiras. Su denuncia quiere alertar y evitar más muertes en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga y exigen acciones para que se le ponga fin a la bacteria serratia marcescens que, según cifras de distintas ONG’s de salud en Lara, ha cobrado la vida de al menos 10 pacientes menores de edad.
Carmen Silva, con lágrimas en los ojos, fue una de las que pidió a las autoridades de salud de Lara solución a este problema. La madre de un niño enfermo de leucemia y que falleció al verse afectado por la bacteria espera que “otros niños no pasen por esto”.
Carmen, acompañada por miembros de la Curia Arquidiocesana de Lara, Cátedra de Derechos Humanos de la UCLA, la Asociación de Padres y Madres por los Niños de Venezuela (Mapani) y Funpaz, quienes apoyaron sus exigencias solicitan al Decanato de Medicinas de la UCLA, a las autoridades del pediátrico y al Ministerio Público que detecten la bacteria e inicien labores para su erradicación.
“Mi hijo de 11 años tenía leucemia y lo llevé al hospital para que le hicieran unas quimioterapias y a los dos días los doctores me dijeron que no porque tenía una fiebre muy alta y debían hacerle un examen de hemocultivo y allí se reflejó que mi bebé tenía la bacteria”, soltó Carmen muy afligida.
Oswaldo Araque, director de la Arquidiócesis de Barquisimeto, se refirió a los 11 niños fallecidos en 2018 por la bacteria como algo “injusto” porque considera que debe existir mayor información en los casos de parte de la directiva del hospital y del Ministerio Público ante las denuncias que hay por hechos de culpabilidad.
“He ido al hospital y sé cómo es eso, no es muy limpio, deben estar atentos con la limpieza que se haga dentro de unas instalaciones tan importantes”, señaló.
Lilliana Rodríguez, presidenta de la Fraternidad una ONG de derechos humanos de niños, en un comunicado responsabilizó a la antigua dirección del pediátrico sobre la contaminación y de no cumplir con las normas para la limpieza.