Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- En el Hospital Central se perdió la sensibilidad. Eso es lo que dicen los familiares de pacientes hospitalizados en el Antonio María Pineda quienes aseguran que el personal de seguridad los trata como «animales».
Según denunciaron las personas a LA PRENSA, el maltrato empieza en la misma puerta de entrada cuando muchas veces no los dejan pasar aunque lleven un medicamento de urgencia. «Le hablan a uno como si estuviésemos allí por gusto. Nos apartan de la puerta o nos hacen esperar durante horas de forma inhumana», decía la señora Alicia Peña, hija de un hombre hospitalizado en la Emergencia del Central.
Aparentemente los protocolos de seguridad se intensificaron la semana pasada luego de la detención de un Médico Integral Comunitario (MIC) por sustraer sangre de la institución. Desde entonces en el Hospital reina la presencia de milicianos que vigilan a cada persona que ingresa al centro médico. «Nos siguen como delincuentes», aseguran los consultados.
El MIC, Christian Thomas Guédez Pérez (40) fue detenido el pasado jueves en la tarde por un funcionario de la Brigada Hospitalaria, pues ya tenían información que había sustraído de forma fraudulenta las bolsas de sangre el 31 de enero, usando récipes e historias médicas de un paciente que no estaba hospitalizado en el Central.& ;
Tras su aprehensión se descubrió que Guédez en realidad trabajaba en el hospital de Sarare desde abril del año pasado, lugar en el que, supuestamente, había intentado abusar sexualmente a dos pacientes. Fuentes hospitalarias afirmaron que nunca hubo denuncias en su contra.
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