Rojas/Reyes | LA PRENSA de Lara.- El enfermo nada que mejora. Ya han pasado tres meses desde el primer apagón nacional (07 de marzo) y en el estado Lara siguen sintiendo los coletazos de las fallas eléctricas.
Racionamientos que duran hasta cinco o seis horas, días en los que la luz se va hasta tres veces y bajones de electricidad constante es el panorama con el que deben lidiar las personas en la región.
«Ya nos hemos acostumbrado a vivir sin luz», es la triste confesión que hacen las personas en las calles cuando se les pregunta por los problemas eléctricos.
«El gobierno anunció un cronograma, pero nadie sabe cómo es ni cuándo se cumple. Lamentablemente, estamos en un momento de la historia que está lleno de oscuridad», decía la señora Manuela Meléndez, ama de casa residenciada en El Sisal y quien asegura que por su casa la luz se va a las 7:00 pm y llega pasada la 1:00 am.
Los problemas con el servicio eléctrico son tan marcados que la dinámica diaria en las calles disminuyó considerablemente. Tiendas en el centro cerradas porque no hay luz, negocios que trabajan hasta las seis de la tarde, hospitales y ambulatorios que se paran por no tener plantas eléctricas y empresas que limitan su producción en un 50 % son algunas de las secuelas que dejan los cortes eléctricos.
«Ni enfermarse puede la gente en estos momentos porque los hospitales y ambulatorios no tienen cómo brindar respuesta a los enfermos. Es lamentable lo que está pasando, pero no hay manera de poder controlar esto», decía en días pasados el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en la región cuando fue consultado por la operatividad de los centros asistenciales.
Lo que más indigna a las personas es la postura silente adoptada por las autoridades nacionales. Mientras desde el Gobierno nacional se empeñan en decir que trabajan para mejorar la situación, la realidad en las calles es otra, pues las personas denuncian que los cortes son cada vez más prolongados.
«Lo que más molesta es que nadie sale a dar la cara. El Gobierno dijo primero que era un ataque terrorista y luego que era una explosión, pero nadie dice qué es lo que pasa realmente. Prometieron que este problema lo arreglaban en un mes y ya vamos para 90 días», comentaba Irene Martínez, ama de casa que denuncia que por su casa, en Las Casitas la luz se va hasta dos veces al día.
Julio Gutiérrez, representante del Colegio de Ingenieros en Lara, también se ha pronunciado sobre esta situación y asegura que las cosas no mejorarán pronto, pues el problema es estructural. «Nos hemos cansado de denunciar esta situación, pero no nos hacen caso. Hace falta mucha inversión para poder rescatar el sistema y eso no se hace en uno o dos meses».
Alberto Perozo, representante del sindicato de Corpoelec en Lara, habla en la misma tónica que Gutiérrez pues considera que el Plan de Administración de Cargas (PAC) no ha servido para mitigar el impacto de la crisis eléctrica. «Si no se invierte no se rescata el sector», sentencia.