Víctor A. Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- Como una película de terror que se podría titular perfectamente «lo que el agua se llevó», es como describen los afectados durante los aproximadamente 30 minutos de tragedia que vivieron los habitantes en el oeste de Barquisimeto, luego del aguacero de este jueves.
A eso de las 6:00 de la tarde inició el aguacero, no tan duradero, pero algo intenso que sirvió para afectar alrededor de 10 comunidades en las parroquias Ana Soto y Unión. Los Horcones, Santa Isabel, Pueblo Nuevo, La Pastora, La Peñ;a, El Carmen, entre otros sectores se vieron anegados en calles y viviendas.
Unas cuatro décadas retrocedieron los vecinos de la urbanización Los Horcones, ya que recordaron parte de la infancia cuando se desbordó el Dren X y el agua les llegaba hasta el pecho. Algo similar pasó ayer, pero no por el drenaje de las quebradas, sino porque en la avenida Florencio Jiménez estaban las alcantarillas tapadas, el agua se acumuló y pasó de la avenida a las veredas 1, 2, 3 y 4 del sector.
«Hace 39 añ;os se ahogó una profesora, esta vez no hubo tragedias que lamentar, pero se vivió el mismo terror que aquella vez, hacía tiempo que no se veía esto. El agua nos llegaba hasta la cintura, los vecinos gritaron pidiendo ayuda porque los coroticos se les dañ;aron», relató Orlando Fréitez mientras seguía sacando el agua de las casas, a eso de las 10:00 de la noche junto con los demás vecinos.
Tobo tras tobo con agua marrón por los sedimentos, era lo que abundaba en la zona, ya que los vecinos se apoyaron unos a otros para sacar el agua de las casas al mismo tiempo que le rogaban al cielo que no lloviera más.
«Llevo toda la vida viviendo aquí. Recuerdo cuando estaba pequeñ;a esto se inundó y tuvimos que salir por el techo. Hicimos lo posible para sacar el agua, pero fue inútil. Se nos inundaron dos televisores, un teléfono, los muebles, las camas, no nos dio casi chance de subir las cosas, fue horrible», describió por su parte Zulay Pérez, quien habita en la casa 13 de la vereda uno, sector 3 de Los Horcones.
No solamente las casas se vieron afectadas, sino que también algunos negocios perdieron prácticamente el patrimonio familiar, ya que la venta de repuestos Macody Motors se les dañ;ó materiales, como una tronzadora, la computadora, repuestos, entre muchas otras cosas. Incluso, un automóvil que estaba en la calle la fuerza del agua lo movió ya que sobrepasaba las cuatro ruedas, el motor quedó lleno, pero no de aceite sino de agua.
La señ;ora Yolanda Peñ;a tiene 12 añ;os viviendo allí y es primera vez que ve algo parecido. El miedo se apoderó de su ser porque vive sola con su hijo, afortunadamente la nieta menor de edad no estaba en ese momento en la casa.
