Guiomar López | LA PRENSA.- El llamado de atención es directo al gobernador Henri Falcón, porque después de formular reclamos en Hidrolara en cinco ocasiones varios caseríos de Bobare siguen sin distribución de agua.
“No es posible que nos nieguen el derecho al agua. Hambre se pasa, pero jamás sed. No somos camellos”, rezongó Jesús Alejo, miembro del Consejo Comunal El Tigre, como vocero de los más de mil afectados de los caseríos Cuesta Grande, entre otros sectores.
Resulta que la distribución era mensual y desde hace cinco meses viven sedientos. Un tanque de 7 mil litros cuesta Bs. 100 mil y no tienen cómo pagarlo. Ante la urgencia, pidieron colaboración a la estación de bomberos.