Rafael Piña | LA PRENSA de Lara – Con desesperación y sin tener una respuesta clara, se encontraba la señora Elantnys Amaro a las afueras de la Decimacuarta Brigada de Infantería Mecanizada al este de la ciudad, donde tenían la intención de buscar un salvoconducto para poder surtir de gasolina, pero la respuesta fue negativa ya que los funcionarios alegan que allí no se están haciendo trámites para el combustible.
Entre las personas afectadas, la gran mayoría era comerciantes encargados de vender y distribuir alimentos. También estaba el caso de Gabriel Rivero quien necesita surtir su vehículo con gasolina porque tiene a su padre en cama debido a que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) y necesita llevarlo a los centros médicos para hacerle exámenes y otros tratamientos. «Si no tengo la gasolina mi padre puede morir», señaló Rivero con la voz quebrantada.
La espera de los conductores fue en vano porque no fueron atendidos.
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