Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- En menos de 24 horas dos parturientas se unen a las cifras de muertes maternas en el estado Lara. Dos niños quedaron huérfanos y sus familiares destrozados. Un día gris, donde hay un sabor agridulce, una muerte y un nacimiento, pues en la maternidad del Hospital Central Antonio María Pineda acecha la muerte.
Entre el miércoles y jueves en la mañana, dos jóvenes de 20 y 24 años de edad, murieron luego de complicarse durante el parto. Yelitza María Pérez Aranguren, de 20 años de edad, murió el miércoles a las 5:00 de la tarde, luego de ser ingresada para cesárea.
El papá de Yelitza comentó que el miércoles en la mañana llegaron de Siquisique, municipio Urdaneta, directo al Hospital Central, pues su hija, quien tenía 28 semanas de embarazo (siete meses), tenía la tensión alta y los médicos decidieron intervenirla.
«Su embarazo fue controlado; sin embargo, el doctor le explicó que tenía preeclampsia, pero controlada. A las 10:00 de la mañana le hicieron la cesárea y el médico salió para decirnos que todo estaba bien, tanto ella como el bebé, no nos explicamos qué pasó después», sostuvo la suegra de Yelitza.
En la tarde, la muchacha se complicó, supuestamente, los médicos no le dijeron qué estaba pasando y no fue sino hasta las 5:00 de la tarde que llamaron a su esposo para decirle que la joven se complicó y murió.
El caso de Yelitza es similar al caso que vivieron 148 mujeres que murieron al dar a luz desde el año 2018 en el estado Lara, esto según cifras extraoficiales.
Pero en enero de 2022, la situación en el área de maternidad del hospital no cambia. Alrededor de ocho muertes maternas se han registrado, según fuentes internas del centro asistencial.
Ayer en la mañana y en menos de 24 horas, murió una joven de 24 años de edad, cuyo nombre no fue revelado por sus familiares. La joven, con un embarazo controlado y cumplidos el tiempo gestacional, murió por razones que aún su familia se pregunta.
Se pudo conocer que la joven fue ingresada al área luego de conocerse que el feto expulsó meconio (primera materia fecal del neonato), y esto habría complicado la salud de la madre, los médicos pudieron salvar al bebé, pero no a la madre.
La joven estuvo intubada luego del parto, su salud se fue empeorando hasta que ayer en la mañana falleció. Los doctores hicieron un llamado por su nombre, el familiar salió corriendo y estando en el segundo piso fue notificado sobre su muerte.
Todos en el área lloraban desconsoladamente, se abrazaban uno al otro, mientras observaban cómo se llevaban en la camilla el cuerpo de la joven, completamente cubierto con una sábana azul.
En agonía
En el área, que acondicionaron para maternidad, los familiares están en agonía. No pueden escuchar que la puerta se abre y de inmediato gritan un nombre, porque todo se paraliza, es un silencio sepulcral.
«Es una sensación horrible, aquí a diario se mueren hasta tres. Saber que tienes a tu hija en esa sala da terror. Todos lloramos cuando una se nos va», soltó una señora, quien tenía los ojos hinchados de tanto llorar, pues su hija se encuentra hospitalizada tras presentar síndrome Hell, una afección que provoca la descomposición de los glóbulos rojos de la sangre, también causa problemas hepáticos, de sangrado y de presión arterial.
Un análisis crítico
Carlos Cabrera Lozada, médico ginecobstetra y director del posgrado de Medicina Materno Fetal, explicó que cada servicio de maternidad debe hacer un análisis crítico del caso, en el punto de vista médico, para establecer la causa de la muerte. Lo grave del país es que en pocos casos se hacen autopsias, pero por ley a toda embarazada que muere se le debe hacer una autopsia para establecer causas.
«Lo más sencillo es echarle la culpa al otro por «mala praxis médica», no es que esté quitando responsabilidad, pero se deben estudiar los casos», dijo Cabrera.
La mayoría de los casos denunciados por parte de familiares a LA PRENSA, aseguraron que sus pacientes murieron y como parte del diagnóstico le colocaron síndrome Hell y el doctor Cabrera explica que si llega una paciente con este caso y en el área no tienen un laboratorio para hacer controles cada 6 horas y si no se tienen las medidas apropiadas para bajarle la tensión, podría ocurrir la muerte.
Además, el doctor detalló que las causas de muerte podrían ser falta de políticas públicas (dotación a los centros de salud), médicos especializados y un control prenatal apropiado.