José Daniel Sequera | LA PRENSA.- El reloj sigue corriendo y ellos se van quedando sin tiempo. Tras 15 días de intensa protesta, pacientes crónicos dicen que “la vida se les acorta” ante la aguda escasez de medicinas, por lo que piden clemencia a la gobernación para gestionar tratamientos con el Gobierno nacional.
Ayer, desde la Plaza La Moneda, una treintena de enfermos oncológicos, diabéticos, trasplantados y hasta con mal de Párkinson denunciaron un presunto “bloqueo” de las medicinas.
“Nosotros queremos hablar con la gobernadora. Estamos esperando que nos atienda ella personalmente, pero en la gobernación nos dicen que ellos tienen un bloqueo, entonces ¿Cómo le explicamos eso a nuestro riñón?, ¿Y la vida de nosotros no vale?”, desafió Jacqueline Pérez, miembro de la Asociación Venezolana para el Deporte y la Salud de los Trasplantados y en Situación de Trasplante (Avedestras).
Mientras estaba sentada en un banquito de plástico en la esquina de la plaza, la señora Ilsen Bermúdez decía que estaba allí, bajo un sol inclemente para luchar por la salud de sus dos nietas trasplantadas de riñón.
“Una tiene 14 años y la otra dos años. Lo conmovedor es que sus papás fueron sus donantes, y ese sacrificio tan lindo está en riesgo porque desde hace cinco meses no consiguen las medicinas requeridas para su trasplante”, revela la mujer.
Bermúdez apunta que ahora es un “calvario” enfermarse en el país, por lo que su familia ha apelado a donativos de medicinas de algunos particulares.
La desesperación por la falta de fármacos ha hecho que su salud, en ocasiones, empeore al igual que sus estados de ánimo, que de por sí se ven afectados por la misma enfermedad.
“Uno tiene que calmarse porque, por ejemplo, la diabetes es una sentencia de muerte sin fecha de ejecución; es decir, que en cualquier momento todo empeorará, pero debemos ser inteligentes y no rendirnos tan fácil”, apunta con esperanzas Vallardo Rodríguez, paciente que empezó a sufrir hace pocos meses de pie diabético.
Otros pacientes no la ven tan fácil porque aseguran que sus condiciones de salud les van “quitando un poco” de su día a día. Zoila Crespo padece de artritis reumatoidea, y aunque dice que es de las que más protesta, hay días en los que ni siquiera puede pararse de su cama en la mañana por los fuertes dolores.
“La gente me ve aquí de pie, pero es porque hoy me sentía bien, pero hay mañanas en que solamente puedo levantar mi mano, para peinarme el pelo me causa demasiado dolor. Esta lucha es un día a la vez”, señala.
Aseguran que esa rabia y tristeza que sienten la van a seguir manifestando en la calle. “Nadie nos moverá de aquí, estaremos en continua protesta hasta ser atendidos por Carmen Meléndez”, sentenció la vocera de Avedestras.
Incesante
Desde la primera semana de enero, los pacientes crónicos han buscado mil y una maneras de poder ser escuchados por organismos públicos, entre los que se cuenta una reunión con el Consejo Legislativo del estado Lara (CLEL) y la introducción de dos documentos en la Defensoría del Pueblo.
Como próxima acción, Avedestras convocó a una marcha para el próximo 7 de febrero en Caracas, aún sin sitio definido.