Osman Rojas | LA PRENSA.- A la Emergencia del Seguro Social llegó con dolores de parto. Estaba feliz porque en cuestión de horas iba a ver a su niña. “Pasen y siéntenla allí”, le dijeron a los familiares mientras abrían las puertas de sala de parto. Eran las 6:30 pm del sábado 17 de febrero.
Los minutos fueron pasando y la señora no era atendida. La congestión del centro médico fue la razón esgrimida por el personal para justificar la tardanza. A eso de las 7:40 la mujer fue ingresada porque los dolores eran inaguantables, pero la espera había hecho mella en el feto pues la niña había defecado dentro de la madre y supuestamente había muerto.
“Esta semana vino a control y todo estaba normal. El sábado vinimos porque el parto se adelantó, pero no la atendieron”, decía alterada una prima de la muchacha que lloraba de impotencia al saber que la niña se había muerto.
La prima, que por seguridad no quiso revelar su nombre, culpa de negligencia médica a los doctores y pidió que se abra una investigación sobre el equipo que ese día estaba de guardia, pues a la madre de la niña, presuntamente la hicieron parir al feto muerto porque no había cómo practicarle una cesárea en la institución.
“Lo que vivimos aquí fue realmente horrible. Mi prima se complicó porque se le bajó la tensión cuando supo que la niña había muerto. Nosotros no podíamos creer lo que nos decían porque todo parece sacado de un cuento de terror”, continuó la informante.
La muerte de la pequeña ha destapado una olla dentro del Pastor Oropeza y es que, según se supo, en las últimas dos semanas supuestamente han muerto cuatro neonatos y dos parturientas en las instalaciones del Seguro.
César Ribas, coordinador del grupo médico Lara Entera por la Salud, denunció los atropellos que se viven en el Seguro y dijo que la falta de personal especializado seguirá cobrando vidas si no se toman los correctivos necesarios.
“Lo que dicen del Seguro es mentira. Ese hospital no es modelo de nada. Lo que a nosotros nos preocupa como organización de salud son los elevados índices de mortalidad que se están registrando”, dijo Ribas.
El epidemiólogo pidió al Ministerio de Salud meterle lupa a estas instituciones y recordó el escándalo que se vivió el pasado mes de octubre cuando una mujer dio a luz en la sala de espera del Pastor Oropeza porque no había cupos en maternidad.
“La salud sufre un desbarajuste tremendo. Tenemos instituciones que no han sido actualizadas en más de diez años y eso trae consecuencias”, dijo alarmado.
Según pudo conocer La Prensa en el Ministerio Público reposan dos denuncias de negligencia médica en el Pastor Oropeza. Las acusaciones fueron realizadas durante la última semana de enero y la primera semana del mes de febrero.
En el Hospital Central se presenta un problema parecido pues, según reportan fuentes ligadas a la institución, en lo que va de año han muerto 11 parturientas en la institución.
Los números recopilados en los últimos dos años por organizaciones médicas como La Salud es Primero ubican a Lara como el tercer estado con mayor índice de mortalidad neonatal.