Osman Rojas | LA PRENSA.- El terror se ha sembrado en el gremio médico. Según los números que maneja el grupo Lara Entera por la Salud (LES), un promedio 45 niños murieron mensualmente durante el 2016, lo que significa que 1.5 infantes perdían la vida cada 24 horas.
En un informe detallado, donde se explican los diversos problemas que afrontaron los cuatro grandes hospitales del estado (Central, Pediátrico, Luis Gómez López y Pastor Oropeza), sobresalió la cifra de mortalidad infantil.César Ribas, coordinador de LES, explicó que las muertes son multifactoriales, pero dejó claro que la escasez de insumos en los hospitales y la ausencia de medicinas en las farmacias, fueron factores determinantes para el alza en los números finales.
Vivimos la peor crisis humanitaria que ha tenido este país en toda su historia. Los hospitales se han convertido en sitios donde el enfermo va a morir no a curarse y duele más cuando vemos que son niños los que más padecen por esta situación”, contó Ribas.
Niños con cáncer y pequeños con cuadros de intoxicación severas fueron los que más padecieron durante el 2016 según detalla el informe. “En promedio ningún paciente oncológico pudo cumplir a cabalidad con sus quimioterapias porque el estado no suministraba los medicamentos. Aquellos pequeños que necesitaban una operación debían retrasar su intervención por problemas con los pabellones y todo eso incide de forma directa en el paciente”, lamentó Ribas.
El especialista hizo un llamado al Ejecutivo regional para que se aboque a solventar el problema que hay con las salas quirúrgicas del Hospital Pediátrico puesto que, según los datos que maneja la misma institución, 87 niños se encuentran esperando para ser operados.Idabelis Arias, subdirectora del Agustín Zubillaga de Barquisimeto, contó en días pasados que la mortalidad infantil se ha disparado por las condiciones que padecen muchos niños en la actualidad.
No hay medicinas y no hay comida. La calidad de vida en los niños se ha ido perdiendo y eso se ve reflejado en los casos que llegan al hospital. Muchos de los niños que mueren dentro de la institución son ingresados en condiciones críticas”, dijo Arias con preocupación.
La doctora aseguró que del 25 al 30 por ciento de los pacientes que ingresan a la emergencia tiene algún grado de desnutrición lo que afecta su recuperación. “A un niño malnutrido hay que dedicarle más tiempo para recuperarlo y es mucho más lento el proceso. Además cuando salen del hospital y vuelven a sus casas recaen porque la alimentación no es la misma. Gran parte de la población venezolana está comiendo una o dos veces al día”, lamenta Arias.
El aumento en las muertes infantiles ha encendido las alarmas en todo el país y desde la Asamblea Nacional (AN) quieren promover una ley para fortalecer los programas escolares, así lo dio a conocer en días pasados la diputada María Teresa Pérez.
Se ha perdido la talla y peso en los niños y eso nos preocupa y mucho. La Comisión de Salud en el parlamento ve con tristeza y desespero esto y por eso vamos a tomar cartas en el asunto para intentar cambiar la situación”, resalta la diputada.