La sociedad está llamada a vivir con dignidad, expresada desde la fe, justicia social y la capacidad de servicio, siendo las principales virtudes que se resaltan de la obra de los nuevos santos: San José Gregorio Hernández y Santa Madre Carmen Rendiles. Esta fue una de las recomendaciones de monseñor Polito Rodríguez, arzobispo de la Arquidiócesis de Barquisimeto, al oficiar la misa de acción de gracias por la celebración de la canonización de estos insignes venezolanos.
La iglesia Nuestra Señora de Altagracia rebasó su capacidad de aforo, teniendo a feligreses de pie y como uno de los símbolos más representativos, a la reliquia de San José Gregorio Hernández, resaltando en su borde de flores amarillas y blancas. Monseñor precisó que todos los presentes en este festín litúrgico están movidos por la fe y que el evangelio correspondió a la reflexión de la justicia social, esa que siempre ha estado reflejada entre estas personalidades guiadas por Dios.
«Amamos a estos santos como ejemplo de justicia, tal como ellos salían de sí mismos para entregarse a los demás», precisó que la sociedad debe formar conciencia, preparando a las nuevas generaciones para el servicio. Se refirió a ese compromiso de los padres, con refuerzo de los docentes, apoyo desde la iglesia y hasta autoridades de gobierno que promuevan la responsabilidad como ciudadanía.
Le preocupa que la humanidad termine empobrecida, sin calidad de servicio, cuando puede fortalecerse desde la sensibilidad de la oración. Hombres tolerantes y comprensivos a las necesidades de otros, siempre con la disposición de ayudar, sin ningún tipo de interés.
Considera que la gracia de Dios cobijó a estos dos servidores, siendo personas de bien que demuestran la posibilidad de santidad a la población en general, pero con el corazón comprometido desde la hermandad.
Monseñor Polito Rodríguez, dijo que la canonización de San José Gregorio Hernández y de Santa Madre Carmen Rendiles, es un símbolo de esperanza, «porque este país necesita mucho de nosotros, partiendo de la responsabilidad, estudios, trabajo y de la excelencia como buenos cristianos». De allí, un paso que también compromete con la ciudadanía, asumiendo virtudes que se materializan con el servicio al más necesitado.
«Damos gracias a Dios por este regalo y esta gran celebración desde El Vaticano, concebida como una gran bendición y así esperamos poder seguir adelante», señaló. Recuerda la gran festividad arquidiocesana con la misa del próximo 26 de octubre, a partir de las 7:00 a.m. en el estadio metropolitano de Cabudare.
Recordó que en cuanto a mayor presencia de estas santidades, recientemente crearon dos parroquias, correspondiendo una en Agua Viva para el insigne trujillano y otra en la comunidad de Pavia en honor a esa grandiosa religiosa que dedicó su vida al prójimo.
Expresó que en la iglesia Nuestra Señora de Altagracia, se está estudiando su proyección como santuario por tener en custodia la reliquia de San José Gregorio Hernández y que se pueda concretar su remodelación.
Esta solemnidad se colmó del nacionalismo con la interpretación del Himno Nacional, como orgullo venezolano.
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