Osman Rojas | LA PRENSA.- Un militar caminando de una esquina a otra es todo lo que hay donde antes solían ubicarse los familiares de los pacientes hospitalizados en el Antonio María Pineda. El uniformado recorre mirando el piso los 18 metros de la acera cuidando que ninguna persona se instale a descansar allí.
“Sólo si tiene una emergencia se puede parar aquí”, dice el militar sin dejar de hacer su recorrido y es que, desde hace tres días, los uniformados han tomado el control total de la Emergencia, garantizando libre tránsito a las ambulancias.
“Eso era un despelote y ahora uno ve más orden. Hasta comida vendían allí y ahora todo está más despejado. El hospital ya no parece el centro”, comenta Antonio Parra, trabajador de la institución.
Los militares están allí para garantizar una mayor seguridad y ya empezaron a rendir frutos, puesto que el pasado lunes en la tarde una mujer fue detenida con medicamentos y dinero en efectivo cerca de la Emergencia.
La mujer, según contaron algunos familiares, estaba con una actitud sospechosa. Los militares se acercaron a ella para interrogarla y el lenguaje corporal de la fémina la delató.
“Tengo un familiar allí adentro”, dijo la mujer para tratar de evadir las preguntas de los militares. “Abra el bolso”, pidieron los uniformados y cuando la dama obedeció encontraron dinero en efectivo y medicamentos.
La mujer fue arrestada de forma inmediata. La Prensa intentó hablar con los militares para conocer más detalles del arresto, pero estos dijeron que no estaban autorizados para dar mayores detalles de la detención. Trascendió que la bachaquera es una mujer rubia de unos 30 años y que es familiar directa de un buhonero del Hospital Central.
Marcial Daza, director del Antonio María Pineda, agradeció el trabajo de los militares. “Nos ha beneficiado la presencia de los uniformados, eso es innegable”, dijo Daza.