José Miguel Najul | LA PRENSA.- “Van a montar un escenario y van a disfrazar gente de militares, de guardias nacionales, de chavistas golpeando o asesinando a alguien filmado, en verdad no es asesinando sino es una grabación, una filmación. Van a poner a alguien a patear a alguien en el suelo, a un uniformado, y a alguien que le dispare y saldrá sangre de mentira, pero esa foto la van a mandar al mundo para decir que en Venezuela están matando la gente en la calle”.
Fue la narración que hizo Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV y diputado a la Asamblea Nacional, con la que predijo los hechos “violentos” que, a su juicio, se cometerán por parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) este primero de septiembre durante la marcha bautizada como “la toma de Caracas” a través de la cual la oposición pretende presionar al CNE para que acelere el referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Cabello, quien estuvo de visita en Lara para una jornada “por la paz y el abastecimiento”, anunció que los planes iniciales de la coalición opositora han trascendido.
“Fíjense que ya se les olvidó el revocatorio, ahora lo que dicen es que el primero de septiembre Maduro se tiene que ir”, apuntó.
Sin embargo, aseguró que, “a pesar de que la oposición incita a la violencia (…) el pueblo no les va a poner la otra mejilla”, y que, por el contrario, ya la población está presta en las calles “cazando a los escuálidos”.
Alzado desde una tarima, colocada en la esquina de la avenida Vargas con carrera 17, punto al que llegó la marcha roja que emprendió su recorrido desde el Parque Ayacucho, el parlamentario instó a la población a estar de manera permanente en las calles de Venezuela.
“Si la oposición quiere el camino electoral, será electoral. Si quieren calle, responderemos con calle. Pero si se les ocurre la locura de dar un golpe, les responderemos”, exclamó momentos antes de zambullirse hacia el frenético público que clamaba sustentaba con vítores el llamado de Cabello.
Las palabras terminaron por animar del todo una actividad que comenzó en horas del mediodía, y que culminó justo antes del anochecer.
Haciendo una vez más gala de un despliegue total de su maquinaria, los representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y miembros de las organizaciones políticas que componen el Gran Polo Patriótico, abarcaron aproximadamente unas cuatro cuadras colmadas de gente.
Miembros de los partidos, trabajadores de instituciones públicas como Corpoelec y Lácteos Los Andes, efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, la Guardia Nacional, miembros de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y decenas de grupos motorizados recorrían velozmente las calles del centro de la ciudad.
Inicialmente, se habían concentrado en las inmediaciones del Parque Ayacucho, en donde la población mantenía los ánimos bajo el inclemente sol a punta de música.
Luego, un grupo liderado por los diputados Pedro Carreño, Julio Chávez, Andrés Avelino Álvarez, Willian Gil, y miembros del buró político regional del PSUV emprendieron la marcha por toda la carrera 17, hasta llegar, aproximadamente una hora después, al sitio pautado para el encuentro.
“Van para afuera”
A pesar de las críticas y denuncias sobre la ruptura del hilo constitucional que han hecho trabajadores y voceros de la oposición, Diosdado Cabello insistió en que “no pueden haber escuálidos en puestos directivos dentro de las instituciones del Estado venezolano”.
Aprovechó el encuentro masivo, para preguntar a los presentes si estaban de acuerdo con esta propuesta. Al recibir una respuesta positiva, calificó el encuentro de una asamblea popular en la que se acordó este exhorto.
“No es posible que, mientras en las calles hay revolucionarios sin trabajo o en puestos bajos, en las directivas de las instituciones estén personas escuálidas saboteando a la revolución”, criticó el dirigente rojo.