William Croes | LA PRENSA.- En el canal de servicio de la avenida Venezuela frente al mercado Terepaima hay una playa paralela. Cada vez más vendedores llevan sus camiones cargados de verduras y hortalizas a este punto que se ha convertido en una especie de mercado itinerante, en el cual se concentran quienes le han sacado el cuerpo a Mercabar.
Durante toda la semana, camiones de plátanos, cambures, naranjas y una que otra hortaliza aterrizan en este punto. Muchos de los distribuidores no tienen acento larense, unos son maracuchos, otros son trujillanos. Antes de la militarización de Mercabar se concentraban en la zona de La Playa, pero por “las matracas” y la falta de guias han migrado a este punto.
“Si a uno le quitan la mercancía por no tener una guia de movilización pierde más de tres millones de bolívares, eso es mentira que eso va para el CLAP”, expresa Yohender Terán, un vendedor que una vez por semana viene desde Valera, estado Trujillo para vender un camión de plátanos.