María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- Mientras que en centenares de comunidades de Lara no llega ni una gota de agua por tubería, en muchos otros lugares el vital líquido se bota en calles, quebradas y drenajes.
Así es la historia de Armando Frías y su familia. El hombre se encontraba en plena vía principal de La Paz con un pote colectando agua que se bota entre un pedazo de tierra y la calle de la zona. El señor explicó que desde que ocurrió el apagón no les llega ni una gota y tuvo que recurrir a esta modalidad.
«Ahora que llegó la luz, no tengo agua«, dijo casi con ironía. «No es posible que se pierda el agua de esa manera aquí en esta zona y es por esto que el agua llegue con presión por las tuberías a mi casa. Desde que llegó la luz, el bote está activo, pero en las casa no ven nada», confesó el hombre, quien con un envase se agachaba para colectar agua del piso y llenar un bidón que tenía amarrado a una carretilla.
En el sector El Caribito sucede la misma historia. Los habitantes tienen que ir hasta una tubería que está rota para poder recoger agua. Ana Galicia comentó que tuvo que recogerla por lo menos para utilizarla para el baño «no sabemos la razón del bote, pero no sale por tubería», dijo al tiempo que aseguró que el problema no es porque no haya agua, «porque se está perdiendo y las calles se van dañando».
«Esto es grave«, soltó Mariela Alvarado, asegurando que no es posible que hasta ayer no había llegado el suministro de agua al oeste de la ciudad.
La mismas fallas tienen los habitantes de las residencias Jacinto Lara y la comunidad Simón Rodríguez, pues el bote de agua en la calle 51 con carrera 24, corre por más de 30 metros mientras que por sus grifos las gotas del vital líquido son preciadas.