martes, 26 noviembre 2024
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«Miedo frena una explosión social”

Ágatha Reyes | LA PRENSA.- Aunque el venezolano está viviendo al límite de la pobreza extrema, que alcanza el 60 %, no se puede hablar de ningún escenario que conlleve a una explosión social por los niveles de temor que hay en el pueblo por la represión que ha usado el Gobierno nacional para silenciar el descontento que existe.

La aseveración corresponde al economista y diputado a la Asamblea Nacional (AN), José Guerra, quien explica que desde el gobierno se sigue ejerciendo un control político a través de programas sociales, obviando los altos índices de inflación que recalca sólo podrán detenerse con la aplicación de políticas económicas eficaces.

Rechaza categóricamente que se intente aplicar una moneda virtual. Asegura que lejos de ofrecer seguridad al pueblo se convierte en el espejo de la moneda nacional que, a su juicio, se sigue devaluando y llevando al pueblo a un estado de pobreza extrema.

A su juicio, no hay grandes esperanzas de recuperación económica por la falta de interés por parte del Gobierno nacional.

Du­ran­te el pe­rí­o­do de Car­los An­drés Pé­rez ha­bía me­nos in­fla­ción y co­rrup­ción, y el pueblo se al­zó ¿por qué aho­ra no?

La gen­te tie­ne mie­do por los ín­di­ces de re­pre­sión. Hoy el pue­blo es­tá vi­vien­do al lí­mi­te del ham­bre y la in­se­gu­ri­dad que ha au­men­ta­do con la cri­sis y esto tam­bién im­pi­de que se de­sa­rro­lle una ex­plo­sión so­cial, hay co­sas que se van su­man­do. Pe­ro con­se­cu­ti­va­men­te la si­tua­ción se pue­de ir agra­van­do.

Mu­chos ana­lis­tas han ad­ver­ti­do so­bre una po­si­ble ex­plo­sión so­cial, pe­ro el go­bier­no si­gue con­tro­lan­do la in­fla­ción con los CLAP, 0800SA­LUD­, re­ga­lan­do bo­nos y los pla­nes de vi­vien­da.

El go­bier­no lo que es­tá ha­cien­do es ejer­cer un con­trol po­lí­ti­co, ma­ni­pu­lan­do a la gen­te, pe­ro eso no es­tá re­sol­vien­do los pro­ble­mas. Esas me­di­das no son ni se­rán su­fi­cien­tes, el go­bier­no es­tá in­ten­tan­do ha­cer in­vi­si­ble la cri­sis al ciu­da­da­no ve­ne­zo­la­no, pe­ro no lo es­tá lo­gran­do.

Des­de la AN se ha­bla de hi­pe­rin­fla­ción y de au­men­to de la po­bre­za, ¿có­mo se en­cuen­tra hoy el pa­ís?

Los ín­di­ces de po­bre­za ya su­pe­ran el 60 %. La em­pre­sa En­co­vi pu­bli­có que en el 2014 la po­bre­za ex­tre­ma se ubi­ca­ba en 23,6 %, en 2015 en 49,9 %, en 2016 en 51,5 % y en 2017 en 61,2 %. Hoy el ciu­da­da­no tie­ne una ma­la ca­li­dad de vi­da y se evi­den­cia por­que el sa­la­rio no le al­can­za pa­ra com­prar ni un car­tón de hue­vos. Hay fa­mi­lias en po­bre­za crí­ti­ca.

¿Qué tie­ne que ocu­rrir pa­ra es­ta­bi­li­zar la eco­no­mía? Hay fa­mi­lias en­te­ras que in­ten­tan so­bre­vi­vir con un suel­do mí­ni­mo

Si no se re­suel­ve el te­ma de la hi­pe­rin­fla­ción na­da cam­bia­rá, se pue­de su­bir el suel­do men­sual­men­te, pe­ro no hay suel­do que aguan­te la crí­tica si­tua­ción que es­tá vi­vien­do el pue­blo que ni si­quie­ra le al­can­za pa­ra co­mer. Hay una su­bi­da cons­tan­te de pre­cios que po­co a po­co des­truyen el bol­si­llo de la gen­te.

¿Pue­de la em­pre­sa pú­bli­ca y pri­va­da aguan­tar aún más la situación económica?

No sa­be­mos has­ta cuán­do po­drán re­sis­tir. Ve­mos que to­dos los me­ses hay un pro­ce­so de­ge­ne­ra­ti­vo de la eco­no­mía y las em­pre­sas han re­du­ci­do su ca­pa­ci­dad de pro­duc­ción por no po­se­er ma­te­ria pri­ma, se va la ma­no de obra ca­li­fi­ca­da; es de­cir, que la in­dus­tria es­tá su­frien­do un de­te­rio­ro gra­dual, pe­ro sin pau­sa.

Us­ted ha­bla de un plan de es­ta­bi­li­za­ción eco­nó­mi­ca ¿Có­mo se­ría su es­truc­tu­ra?

Bá­si­ca­men­te es una po­lí­ti­ca vpa­ra fre­nar la hi­pe­rin­fla­ción. En pri­mer lu­gar uni­fi­car los ti­pos de cam­bio, por­que hoy ve­mos dis­tin­tos pre­cios del dó­lar. En se­gun­do lu­gar fre­nar la emi­sión de di­ne­ro inor­gá­ni­co del Ban­co Cen­tral, de lo con­tra­rio la in­fla­ción se­gui­rá au­men­tan­do, lue­go cancelar la deuda externa que supera los 9.8 milardos de dólares, sólo en el primer trimestre  del año deben cancelarse al menos un millardo de dólares y en el segundo 1.5 millardos, si esta deuda no se cancela lo más probable es que se  cie­rre el fi­nan­cia­mien­to ex­te­rno. Por úl­ti­mo, se debe  bus­car la for­ma de le­van­tar la pro­duc­ción pe­tro­le­ra, esa es una de las fa­llas más gran­des que hay en el país, por­que ha dis­mi­nui­do a ni­ve­les alar­man­tes, lo que im­pi­de in­gre­sos en di­vi­sas.

¿Hay for­ma de re­cu­pe­rar la in­dus­tria pe­tro­le­ra?, ve­mos que hay un al­za en la de­ser­ción de pro­fe­sio­na­les, incluso los que llegaron con el pre­si­den­te Chá­vez

La úni­ca ma­ne­ra es con más in­ver­sio­nes que tie­nen que ser mi­llo­na­rias, al­go que la em­pre­sa ve­ne­zo­la­na no pue­de ha­cer. Lo otro, sin du­da, es pa­gán­do­le bien a la gen­te pa­ra que no se va­ya. Hoy un in­ge­nie­ro pe­tro­le­ro no tie­ne sus­ti­tu­to, es­ta­mos vi­vien­do una fu­ga im­pre­sio­nan­te de pro­fe­sio­na­les lo que pro­vo­ca la ca­í­da en la pro­duc­ción en con­jun­to con la fal­ta de in­ver­sio­nes.

Se ha­bla de una nue­va re­con­ver­sión mo­ne­ta­ria, ¿qué sig­ni­fi­ca pa­ra el pa­ís?

Es una me­di­da que es­tu­dia el Ban­co Cen­tral de qui­tar­le tres ce­ros a la mo­ne­da de nue­vo, de ma­ne­ra que en el cru­ce de fac­tu­ras fis­ca­les las má­qui­nas que fac­tu­ran cier­ta can­ti­dad de di­ne­ro no ten­gan pro­ble­ma con la can­ti­dad de dí­gi­tos. Pe­ro si es­to no se da acom­pa­ña­do de otras me­di­das eco­nó­mi­cas no va a so­lu­cio­nar na­da. La in­fla­ción no se ba­ja qui­tan­do ce­ros.

¿Có­mo en­ten­der esa re­con­ver­sión en un pa­ís que es­tá su­mer­gi­do en una cri­sis eco­nó­mi­ca?

Es re­co­no­cer que fa­lló el mo­de­lo y que no hu­bo nin­gún re­sul­ta­do fa­vo­ra­ble, ade­más que los ce­ros que se ha­bí­an qui­ta­do vuel­ven a so­brar. Una re­con­ver­sión en es­ta ins­tan­cia no se­ría más que una fic­ción y cam­bio cos­mé­ti­co.

¿Por qué la des­cri­be co­mo un cam­bio cos­mé­ti­co?

Por la sen­ci­lla ra­zón, que qui­tar­le ce­ros a la mo­ne­da no re­suel­ve el pro­ble­ma, no es una po­lí­ti­ca de fon­do pa­ra en­fren­tar la cri­sis que tie­ne al pa­ís ca­si en ban­ca­rro­ta, se ne­ce­si­ta un plan de es­ta­bi­li­za­ción eco­nó­mi­ca. Qui­tar­le ce­ros a la mo­ne­da es re­co­no­cer que la in­fla­ción re­al­men­te exis­te.

¿Có­mo en­ten­der el Pe­tro en un pa­ís que no tie­ne li­qui­dez y la mo­ne­da ofi­cial ha si­do de­va­lua­da?

No es más que una fic­ción, no da ga­ran­tí­as de se­gu­ri­dad. Es vis­to más co­mo un ins­tru­men­to del go­bier­no bus­can­do ob­te­ner di­vi­sas que no pu­do lo­grar de otra ma­ne­ra por­que no es­tá can­ce­lan­do la deu­da ex­ter­na y sin cum­plir esos pa­gos sen­ci­lla­men­te no hay fi­nan­cia­mien­to.

¿Es un en­ga­ño pa­ra el ciu­da­da­no y em­pre­sa­rio?

Sí, de­fi­ni­ti­va­men­te lo es. No hay se­gu­ri­dad de nin­gún ti­po con es­te in­ten­to de mo­ne­da vir­tual que tan­to pre­go­na el go­bier­no.

Ma­du­ro ha di­cho que pue­de uti­li­zar­se en las ca­jas de aho­rro. ¿Qué rie­gos hay pa­ra el em­ple­a­do?

El ries­go es que usen el Pe­tro y des­pués la gen­te no pue­da te­ner li­qui­dez y no ten­ga el di­ne­ro su­fi­cien­te pa­ra can­ce­lar lo que le co­rres­pon­de a los pen­sio­na­dos.

¿Se pue­de con­fiar en es­ta mo­ne­da di­gi­tal con un bo­lí­var de­va­lua­do?

No, la de­va­lua­ción de la mo­ne­da es tam­bién la de­va­lua­ción del Pe­tro en úl­ti­ma ins­tan­cia.

En­ton­ces, ¿qué es lo que bus­ca el go­bier­no con es­ta mo­ne­da?

Sim­ple, fi­nan­cia­mien­to ex­ter­no y es muy di­fí­cil que lo pue­da lo­grar.

¿No cree que ha­ce fal­ta con­tun­den­cia de los di­pu­ta­dos que se han man­te­ni­do pa­si­vos a las ac­cio­nes gu­ber­na­men­ta­les?

La AN ha si­do una pie­dra en el za­pa­to pa­ra el go­bier­no. Ahí es­ta­mos, lle­va­mos dos años sin co­brar, sin re­ci­bir gas­tos de fun­cio­na­mien­to, tene­mos di­pu­ta­dos en el exi­lio que si­guen pro­po­nien­do sa­li­das.

Sin em­bar­go, el go­bier­no pa­re­cie­ra ob­viar lo que di­ce el par­la­men­to y se ri­ge só­lo por la ANC.

Ese es el me­ca­nis­mo que ellos tie­nen, quie­ren des­co­no­cer la AN, pe­ro hay que te­ner cla­ro que la cons­ti­tu­yen­te no es más que una ins­ti­tu­ción ile­gal. Los di­pu­ta­dos nos man­te­ne­mos, así el go­bier­no no ha­ga ca­so.

¿Cuál de­be ser la po­si­ción de los di­pu­ta­dos an­te es­tos in­ten­tos fa­lli­dos que us­ted men­cio­na?

Se­guir pro­po­nien­do so­lu­cio­nes a la cri­sis. Aho­ra ha­re­mos más én­fa­sis en la pro­po­si­ción an­tes que en las crí­ti­cas. Te­ne­mos un plan de 10 pro­pues­tas pa­ra re­sol­ver la cri­sis eco­nó­mi­ca.

Pe­ro hay pro­pues­tas y no ac­cio­nes con­cre­tas.

El par­la­men­to no es go­bier­no, se pro­po­ne, pe­ro la eje­cu­ción úl­ti­ma es del go­bier­no. No­so­tros se­gui­mos por la vía de­mo­crá­ti­ca y pa­cí­fi­ca pa­ra sa­car al go­bier­no.

Se cri­ti­ca que di­pu­ta­dos de­ja­ron pa­sar el tiem­po y hoy es­tán de ma­nos ata­das.

No es­ta­mos de ma­nos ata­das. Se hi­zo re­fe­rén­dum re­vo­ca­to­rio y el go­bier­no lo anu­ló, hu­bo cua­tro me­ses de pro­tes­ta y hubo represión, es­te no es cual­quier go­bier­no, y con una pro­tes­ta de ca­lle y con un par­la­men­to que pre­sio­ne no va a sa­lir, es­te es un ré­gi­men to­ta­li­ta­rio.

Us­ted ha­bla de re­fe­rén­dum y pro­tes­tas, pe­ro pa­re­cie­ra que hay lí­de­res opo­si­to­res alia­dos al Go­bier­no na­cio­nal.

Eso es men­ti­ra, ahí te­ne­mos di­pu­ta­dos en el exi­lio y otros pre­sos, si exis­tie­se co­la­bo­ra­cio­nis­mo es­to no es­ta­ría pa­san­do, aho­ra he­mos co­me­ti­do erro­res y es­ta­mos cla­ros que hay que co­rre­gir­los pa­ra po­der con­se­guir un cam­bio de go­bier­no.

¿Cuá­les fue­ron esos erro­res?

La in­co­he­ren­cia, nos ha fal­ta­do fir­me­za pa­ra tra­zar una lí­nea de lu­cha con­tra el go­bier­no. Es­ta es una uni­dad plu­ral.

¿Qué pa­sa con los lí­de­res de opo­si­ción que no sa­ben in­ter­pre­tar la si­tua­ción del pa­ís?

Sí lo han he­cho y se ha tra­ba­ja­do pa­ra lo­grar un cam­bio por­que ve­mos có­mo las fa­mi­lias es­tán su­frien­do an­te la fal­ta de co­mi­da, me­di­ci­nas e in­se­gu­ri­dad, y to­do pue­de cam­biar con la sa­li­da de es­te go­bier­no.

Sin em­bar­go, mon­se­ñor Ma­rio Mo­ron­ta cri­ti­có por igual al li­de­raz­go opo­si­tor y al go­bier­no por pen­sar só­lo en sus ape­ten­cias per­so­na­les y de gru­pos, no en el bie­nes­tar del pue­blo

No es­toy de acuer­do, por­que siem­pre he­mos es­ta­do po­nien­do al pa­ís por en­ci­ma de cual­quier in­te­rés per­so­nal, tal vez pue­dan per­ci­bir eso, pe­ro lo que re­al­men­te nos mue­ve es el in­te­rés co­lec­ti­vo pa­ra sa­car a Ve­ne­zue­la de es­ta te­rri­ble cri­sis que es­ta­mos vi­vien­do.

La CEV ha cri­ti­ca­do a la MUD por­que ha fal­ta­do con­tun­den­cia pa­ra en­fren­tar a quie­nes es­tán en el po­der, ¿cree que con es­ta di­ri­gen­cia se lo­gra­rá sa­car al go­bier­no?

La opo­si­ción sí ha en­fren­ta­do al go­bier­no, se ma­ni­fes­tó du­ran­te mu­chos me­ses y cre­e­mos que el ca­mi­no de­be ser elec­to­ral, aquí no hay otra for­ma. Los lí­de­res de­mo­crá­ti­cos se­gui­mos en la lu­cha por el cam­bio y no hay du­da de que se po­drá lo­grar.

¿Cree us­ted que la so­lu­ción pa­ra los pro­ble­mas del pa­ís se en­con­tra­rá aden­tro o ven­drá des­de afue­ra con la co­mu­ni­dad in­ter­na­cio­nal?

La pre­sión in­ter­na­cio­nal ayu­da, pe­ro el es­fuer­zo prin­ci­pal vie­ne de aden­tro. Aquí quien pien­se que in­va­sio­nes de ma­ri­nes van a re­sol­ver los pro­ble­mas es­tá equi­vo­ca­do. La so­lu­ción es el es­fuer­zo con la ayu­da in­ter­na­cio­nal.

¿Qué le es­pe­ra al pa­ís en es­tos me­ses an­tes de las elec­cio­nes?

La si­tua­ción eco­nó­mi­ca no da sig­nos de me­jo­ra, hoy ve­mos que la pro­duc­ción pe­tro­le­ra si­gue ca­yen­do, to­do in­di­ca que pue­de agra­var­se aún más y no hay rec­ti­fi­ca­ción.

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