William Croes | LA PRENSA.- Sentarse en una mesa de diálogo es una decisión que tuvo un costo político a la MUD, puesto que se ha dejado a un lado acciones contundentes como la marcha hacia Miraflores y el juicio político a Nicolás Maduro, afirma Alfredo Ramos, quien argumenta que es una demostración de que se quiere una salida pacífica.
Ramos fundamenta que el costo político es precisamente con la militancia que no cree en dialogar con quien ha “robado la vía constitucional del referendo revocatorio” y también con las personas que se habían visto motivadas por el cronograma de manifestaciones y el llamado de calle sin retorno promovido por un ala de la MUD.
“Es importante que el viernes hayan resultados tangibles en la mesa de diálogo, no puede servir para que el Gobierno tome oxígeno”, expresa Ramos, quien asegura que debe haber un avance como, por ejemplo, la fecha de realización del RR o de unas elecciones generales para el primer trimestre del año entrante.
El alcalde y representante de la Causa R indica que el tiempo político no puede ser tan lento, tomando en cuenta que hay una severa crisis económica y social que pudiera dar un desenlace violento. Señala que la escasez de medicinas, alimentos, combustible y gas es una bomba de tiempo que pudiera explotar en cualquier momento.
“El menos interesado en una salida a la crisis es el Gobierno. Ellos quieren darle largas a las negociaciones para perpetuarse en el poder, sin entender que la salida de Nicolás Maduro se ha convertido en un clamor popular”, expresa Ramos.
La salida pacífica es la apuesta que mantiene Alfredo Ramos, pese a que en ocasiones ha interpretado que el Gobierno lo que busca es salir por la vía violenta, puesto que un estallido social a causa de la grave crisis los pudiera victimizar ante la comunidad internacional.