Luis Montes de Oca | LA PRENSA.- No solo beben cerveza o ron de forma ilegal en cualquier bar o licorería, ahora los menores de edad consumen cocuy “que juega garrote” en cualquier sitio donde lo vendan y esto tiene de cabeza a la Prefectura y a la directiva del Proyecto Juvenil Misionero (Projumi).
Marelys Sánchez, prefecto del municipio Iribarren, informó que los últimos fines de semana, durante los recorridos que realizan los funcionarios, han detectado que jóvenes desde los 14 hasta 17 años se la pasan empinando el codo en sitios como el Paseo Juan Guillermo Iribarren, la avenida Bracamonte con Venezuela y sitios nocturnos en la avenida Los Leones y cuando revisan qué consumen, precisan que es la caña blanca.
Gerardo Pastrán, presidente de Projumi, explicó que en un margen de 10 menores de edad, 6 ya han probado algún tipo de licor algo que es preocupante y más que ahora las ventas de cocuy en las comunidades se han desatado y genera que mayor sea la cantidad de chamos que consuman bebidas alcohólicas en la calle. “Porque no hay una supervisión en la comercialización”.
En un recorrido que hizo La Prensa, se pudo constatar que el cocuy lo venden hasta en las casas y su precio, en comparación con bebidas industrializadas, es mucho más económica.
En la prefectura de la capital larense detallan que cuando pillan menores bebiendo no realizan una detención como tal, sino que trasladan al chamo o chama hasta la sede municipal, contactan a los padres, proceden a llamarles la atención y son sancionados con trabajos de comunitarios. Explicó que por los menos aplican una castigo semanal.
Pastrán alertó que el consumo de caña a temprana edad puede hasta producir enfermedades a futuro y eso algo que los chamos no toman en cuenta. “Se necesita apoyo de los entes gubernamentales porque sale más barato una campaña de prevención que hacer un tratamiento de desintoxicación” alertó.