Ana León | LA PRENSA.- La medicina natural gana terreno ante la falta de fármacos convencionales y el alto costo de las consultas especializadas. Debido a la crisis que atraviesa el sector salud en Venezuela, son muchos los guaros que están migrando a la medicina natural como una alternativa para ayudar a su salud por lo fácil que es conseguir las medicinas, lo barato de las consultas y los exámenes poco invasivos que se hacen para determinar la patología de cada persona.
Aunque la naturopatía y la medicina homeopática son ciencias cuyos resultados no son avalados del todo por la ciencia convencional, hoy día ha ganado muchos simpatizantes que acuden a sus consultorios para tratar desde problemas de hipertensión hasta tratamientos de fertilidad. Calculan que la cifra de pacientes subió un 50 %.
Pedro Ortiz es un naturópata, cuyo objetivo es ayudar al cuerpo a regenerarse a través de medicinas naturales y tratamientos no convencionales.
Explica que el paciente debe cumplir con una serie de pasos durante la consulta médica. Primeramente debe manifestar el qué lo lleva al consultorio y qué desea lograr. Luego se le explica qué trata cada rama (la naturopatía o la homeopatía, dependiendo de a quién visite) y se hace una revisión inicial de la persona.
Pedro usa un tester que emite 60 pulsaciones electrónicas y a través de una pantalla va mostrando los resultados de las zonas “afectadas”.
Hay médicos naturistas que defienden esta alternativa como una opción para lograr la sanidad. Walter Von Schoettler, quien es neurocirujano, destaca que la medicina natural equilibra la mente, el cuerpo y el alma, lo que a su vez facilita el trabajo para la ciencia.
Walter, primeramente mide las pulsaciones del paciente y determina a través de cada pulsación un problema diferente. Luego usa un tester y una serie de frascos, con diferentes esencias naturales y mide qué tipo de vitamina, mineral o planta se necesita consumir para equilibrar la energía del cuerpo que se ve descompensada.