Ágatha Reyes | LA PRENSA- Apenas va un mes y ocho días de este 2018 y el panorama productivo de Lara, en vez de verse rozagante, fuerte y activo es todo lo contrario. Según industriales y comerciantes, al menos 55,1% de las empresas en la región crepuscular iniciaron el año trabajando a media máquina, es decir, sólo funcionan menos del 40% de su capacidad total y en los venideros meses lo que se perfila es pura zozobra.
Para Giorgio Renni, presidente de la Cámara de Industriales, es duro, realista y con tono de preocupación explicó que la falta de materia prima, el casi nulo acceso a los dólares y la voraz inflación que crece todos los días hace que las empresas en Lara estén, prácticamente, paralizadas.
“Y en este 2018 no se ve nada bueno, nada de repunte ni de ventas ni de producción” remata.
Pero Renni profundiza la preocupación tras un estudio que hicieron con los casi 200 agremiados a la cámara e informa que el 57,1% de los empresarios considera que durante el 2018 sus ingresos serán inferiores al 2017, mientras que el 28,6% estima que sean similares al año pasado.
También explica que el horizonte sigue tambaleando con el reciente informe de la Asamblea Nacional que especifica que la inflación anualizada en Venezuela entre enero 2017 y 2018 se ubicó en 4.068%, lo que, a su juicio desequilibra, en las empresas, pues explica que con el paso de los días se les dificulta aún más mantener el triángulo económico que determina la estabilidad de una empresa.
“Con los costos tan altos y los precios de venta restringidos, se dificulta dar un salario adecuado por el desbalance que se presenta”.
Siguen sin abrir
Esta preocupación es traslada al sector comercio, pues según su presidenta, Rita Betancourt, sólo el 50% de los comerciantes han iniciado sus actividades económicas, aunque de manera desfavorable.
Menciona que no ha existido una recuperación en el sector por la falta de producción el poco y poco acceso a las divisas “poniendo en aprietos a pequeños y grandes comerciantes”.
Aclara que una de las principales muestras de la crisis en el sector, es la cantidad de anaqueles vacíos que hay en los comercios de comida en el estado, sin dejar a un lado las grandes cadenas de mercado que en un tiempo permanecían abastecidas, pero que hoy también son la cara de la escasez.
Además refiere que comercios de ventas de zapatos y ropa también sufren los embates de la crisis, pues el ciudadano de a pie no cuenta con los ingresos suficientes que le permita hacer una compra que es parte de la necesidad diaria, pero que se ha tornado como un lujo.
Betancourt revela que una de las estrategias a las que recurrió el comerciante fue a extender de forma conjunta con los trabajadores el período vacacional, reintegrándose a finales de enero e inicios de febrero, medida que considera sirvió a quienes esperaban más pérdidas que ganancias en el primer mes del año.
Una alerta más
Jesús López, presidente de la Cámara de Pequeños, Medianos Industriales y Artesanos de Lara (Capmil), manifiesta que las empresas están en emergencia por “la deserción de mano de obra y técnica”, tomando en cuenta que muchos empresarios y comerciantes no pueden pagar los sueldos que se ajustan desde el gobierno, pues la regulación de precios disminuye los ingresos económicos.
Coincidiendo con Renni, quien manifiesta que el 62,1% de las empresas ha visto disminuir sus nóminas en un 20% “las condiciones fuera del país son mejores, por eso muchos se van. Aquí no consiguen medicinas, alimentos o seguridad laboral”, dijo.
Sin embargo ante el panorama crítico López menciona que las empresas deben entrar en un proceso de reconversión para adaptarse a la realidad país, pues considera que “Venezuela sigue siendo un país de oportunidades”, por lo que manifiesta que es con el esfuerzo que se logrará levantar el sector empresarial.
“Necesitamos dar esperanza a los jóvenes que están escapando”, soltó López.
Los tres consultados rematan diciendo que no ven que existan políticas económicas que impulsen la producción nacional o que den seguridad a la empresa privada.