Johana Alvarado C. | LA PRENSA.- Las colas nocturnas para realizar un trámite en el Edificio Nacional o Saime es el pan diario de muchos larenses, quienes deben aguantar entre 8 y 12 horas en vigilia o durmiendo en cartones para poder legalizar documentos o emitir el pasaporte.
Las afueras de la Casa Eustoquio Gómez, la grama de la plaza Bolívar o las áreas verdes frente al Saime son los espacios que en los últimos meses ha albergado a más de 100 personas que noche a noche cuidan un cupo y anhelan correr con la suerte de ser atendidos al día siguiente para solicitar una partida de nacimiento, legalizar títulos universitarios, sacar la cédula o entregar depósitos. Denuncian que las condiciones que les toca vivir son inhumanas.
Mariana Torrealba calificó como “un sacrificio” todo lo que deben hacer para que los atiendan. “Hay que lidiar con muchas trabas. El gobierno es responsable porque no garantiza la eficiencia en el servicio público” acusó la señora mientras sujetaba bajo el brazo el cartón que le serviría de cama durante la noche.
Francisco Mendoza, otra persona que pernocta para poder ingresar a hacer sus trámites describió el proceso en el Edificio Nacional. “Uno tiene que amanecer para agarrar un número y es agotador. Yo lo veo como un juego de barajas, a veces se gana, pero en la mayoría se pierde”Aquellos que les ha tocado ir más de una vez, acostumbran a dejar las cosas de valor en su casa y se van con lo necesario para pernoctar. Cartones, cobijas, almohadas, abrigos y algo de comer es lo que les acompaña..
Revelaron que ningún cuerpo de seguridad les presta apoyo o resguardo durante la noche/madrugada y han sufrido robos estando a la intemperie.
Decir que madrugan para sacar un papel se queda corto, muchas personas salen de su casa en la tarde con la cena del día, una merienda, el desayuno del día siguiente y si les toca pues compran una bala fría por ahí cerca porque no saben si les agarre la hora del almuerzo en la cola.
“Estoy cuidando un cupo desde las cuatro de la tarde. Necesito una partida de nacimiento porque me quiero ir del país. Salí de mi casa con unas tajaditas con queso y un pan, eso es lo que me acompaña para pasar la noche”, expresó Freddy Olivo mientras cazaba algún lugar para descansar.
Las personas se quejan de que el proceso es muy engorroso y les toca pasar mucha roncha por un “simple papel”. Denunciaron que mientras funcionarios nacionales del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) realizaron la inspección en Lara la atención fue de primera, las colas no se veían e incluso el tiempo para cada gestión era más corto.
“Cuando la gente del Saren nacional vino el proceso fue espectacular, porque del resto a nosotros aquí nos maltratan, no hay un orden” denunció Antonio Sánchez denunció el hombre.