Cristina Linárez | LA PRENSA.- Una marcha que salió de la Catedral hasta la Plaza La Justicia se realizó ayer para pedir la libertad de los detenidos por los cuerpos de seguridad por participar en las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Los manifestantes se concentraron a las afueras de la Catedral, y a las 10:00 am salieron marchando con banderas, pitos y vestidos de color blanco como símbolo de paz hasta la Plaza La Justicia, ubicada en la carrera 17 entre calles 24 y 25.
Al llegar se encontraron con un pelotón de guardias que rodeaba el Edificio Nacional. “Tú nos defiendes, nosotros te apoyamos, vamos a sacar a nuestros hermanos”, “Muchacho valiente aquí está tu gente”, expresaban con mucha euforia los manifestantes.
Con lágrimas en los ojos y con las manos en el pecho, unas personas mostraban su dolor y desesperación ante la situación que arropa a Venezuela y que ahora se viste de luto por la muerte de cuatro personas durante las protestas registradas en los últimos días.
Otros alzaban muy alto las banderas volteadas (señalando que el país está en emergencia), y pedían a los guardias que se pusieran de lado del pueblo por un mejor país.
“Me vas a decir que tú no tienes necesidades, que no pasas trabajo buscando la comida y las medicinas, y que te encanta reprimir a la gente que quiere un mejor futuro”, le decía a los guardias Carolina Machado, una de las personas que se encontraba en la concentración.
Luego, con sus cuerpos acostados sobre el piso, los manifestantes escribieron la palabra “Libertad”.
Familiares de los detenidos por su presunta participación en las protestas también estaban allí alzando su voz y pidiendo libertad para sus seres queridos y demás afectados.
Zuleima Ruiz, madre de uno de los detenidos, dijo que su hijo fue apresado injustamente el pasado lunes por el sector conocido como “La Botella. “Él venía caminando desde el Sambil porque no había rutas, y funcionarios de la Guardia lo agarraron, él no estaba protestando”, decía limpiándose las lágrimas.
Asimismo, Digna Camacho, quien es tía de uno de los detenidos, expresó estar en un verdadero calvario lleno de angustia, preocupación e incertidumbre ante esta situación al no saber prácticamente nada de su sobrino, ya que sólo hablaron con él unos minutos por teléfono.
Foto: Funpaz