Lorena Rojas | LA PRENSA de Lara.- Reconocido por su pasión por la cultura y el arte, el maestro de batalla y capitán de baile, Julián Mogollón Pérez cumplió el lunes 29 de junio más de un siglo de vida en El Tocuyo.
A sus 101 años, Julián aún mueve sus alpargatas para enseñar los sones de negro, o «los negros» como antes los llamaban, a la nueva generación de tamunangueros del municipio, cofradía que desde 1609 ha sido dedicada a San Antonio.
Mogollón es un ejemplo de vida y de amor por la cultura, pues comenzó desde muy pequeño a bailar y aprendió de manera empírica a los 7 años, le llamaba mucho la atención la historia que se cuenta en son y en cada batalla.
Julián nació el 29 de junio de 1919 en Cazadero, Fundación El Hatico en campos morandinos, fue criado en un ambiente dedicado a la agricultura. Sus padres Juvenala Pérez y Estanislao Mogollón fueron quienes con humildad y amor lo criaron para ser un hombre de bien, a pesar de que no tuvo estudios formales aprendió a leer y a escribir.
Sus 13 hijos se enorgullecen de como su padre a tan avanzada edad, aún sigue luchando para que el tamunangue y los sones de negro permanezcan en El Tocuyo de generación en generación.
«101 años se dice fácil, pero no los viven muchos de nosotros«, dice su hija Yudith Mogollón con mucha alegría, ya que su padre ha podido ver cómo su familia crece cada vez más.
Así mismo recordó cómo su padre ha visto nacer cada generación «nosotros somos 13 hermanos, pero mi papá cuenta con 60 nietos, 75 bisnietos, 6 tataranietos y los que vienen en camino para esta gran familia», asegura Mogollón.
Mogollón debido a su gran esmero por mantener la cultura en el municipio Morán se ha ganado el respeto y el reconocimiento de todos los pobladores en El Tocuyo, no hay quien no conozca de este gran maestro impulsador de las raíces criollas quien siempre ha estado presente en cada fiesta cultural. Él también ha sido reconocido varias veces por entes gubernamentales.
En su lista de reconocimientos figuran: botón a San Antonio, Titulo Honorífico Tamunanguero otorgado por el alcalde Pedro Alastre, orden Pío Tamayo en su única clase por el alcalde Teodulo Medina. Además de múltiples reseñas en libros y revistas sobre su trayectoria en el mundo de la cultura.
Siendo referencia en el tamunangue ha visitado ciudades como Caracas, Carrizal, Maracaibo, Barquisimeto entre otras, donde su único objetivo ha sido enseñar a las nuevas generaciones la cultura.
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