Canciones venezolanas interpretaron los niños de la coral Santa Cecilia Canciones venezolanas interpretaron los niñ;os de la coral Santa CeciliaJhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA. – Asombradas, con lágrimas en los ojos y admiradas por tan hermoso homenaje, las madres que asistieron a la misa dominical en la Basílica El Cristo fueron sorprendidas por el coro y ensamble musical Santa Cecilia, en el que con sus voces, flautas dulces y cuatros los niñ;os agasajaron a las mamás con sublimes cantos.
La misa comenzó a las 10:00 de la mañ;ana con el anuncio del inicio de la eucaristía en la que se recordó la ascensión del Señ;or. La homilía del padre Marcos Céspedes, párroco del templo, se enfocó en la solidaridad que se debe tener con las madres que sufren, aquellas que han visto a sus hijos emigrar, otras que los han enterrado y otras que aunque no han podido concebir adoptan a un niñ;o o ayudan a criar sobrinos, ahijados.
«Recordarlas debe ser un inmenso placer para todos y orar por cada una de ellas es el mejor regalo que les podemos dar, elevo una plegaria a Dios por la vida y salud de cada una de ustedes, quienes valientemente han sabido educar a sus hijos y hacer frente a las adversidades de la vida», destacaba el sacerdote.
Culminada la misa, Céspedes pidió a las madres tomar asiento y disfrutar de un homenaje que tenían para ellas en su día, siendo la puesta en escena de 20 niñ;os que interpretaron con sus instrumentos piezas venezolanas: «Como llora una estrella», del barquisimetano Antonio Carrillo; «Motivos», de Ítalo Pizzolante (Puerto Cabello); y Moliendo Café, de Hugo Blanco (Caracas).
En la basílica se vivió un momento emotivo para rendir homenaje a todas las progenitoras que se acercaron al lugar.
La fe mariana volvió a inundar las calles de Madrid este 18 de enero con la celebración de la tercera procesión de la Divina Pastora. Miles de devotos, en su mayoría venezolanos radicados en la capital española, acompañaron con fervor la imagen de la Virgen de Barquisimeto en un recorrido que partió desde la iglesia de Santa Bárbara y culminó en la iglesia de San Juan de la Cruz.