Orozco/Hernández | LA PRENSA de Lara.-& ;Necesitan comida, pañales, medicinas y atención especializada urgente. Varias madres que viven en Pavia, al oeste de Barquisimeto, hacen un llamado y protestan ante la falta de atención que sufren por parte de los entes gubernamentales. A LA PRENSA confesaron que los niños y niñas de la comunidad pasan penurias por la crisis económica en la que viven desde hace meses e hicieron hincapié en la situación de algunos que padecen discapacidades diversas.
Uno de los mayores problemas que exponen las mujeres es que sus bolsillos no les da suficiente dinero para brindar la adecuada atención a los niños que lo ameritan. Explicaron que solo les llega los «bonos patria» como lo fueron el de José Gregorio Hernández (240 mil bolívares) y el Hogares de la Patria donde (325 mil bolívares) y ambos montos sumados no les da ni para comprar comida ni insumos de higiene o medicamentos.
Landrimar Suárez, madre soltera de 3 niños, explica que ella tuvo que dejar de trabajar cuando supo que su segunda niña tenía una especie de parálisis cerebral y sufría de convulsiones. La joven se queda en casa cuidando de la niña y sus demás hijos, mientras otros miembros de su familia salen a trabajar y la ayudan. Ella depende de los bonos, pero es muy poco para las exigencias que tiene su hija.
«Necesita pañales que en la actualidad están muy caros, comida y medicamentos. Hace 2 años y medio que no le he podido hacer un examen rutinario porque el dinero no me alcanza. Ya necesita una silla de ruedas porque está grande y no puede permanecer acostada todo el tiempo, pero tampoco tengo los recursos», explica.
En cada paquete de pañales, que son de la mejora calidad, se le van 300 mil bolívares por 10 unidades, cuando la pequeña usa un promedio de 4 o 5 diarios. Confiesa que han tenido que sacrificar ese gasto y el bienestar de su hija para comprar comida mientras que a la pequeña le ponen trapos con la pantaleta para aguantar el orine y que no moje tan seguido la cama.
Estos trapos deben lavarlos y tener la mayor higiene posible para que los niños no se enfermen.
Hay otros que no utilizan pañales de bebé, como es el caso de un niño de 10 años con parálisis cerebral, vecino de Landrimar, que ya necesita pañales de adulto talla S, que tienen un costo de 800 mil bolívares, pero por ahora solo le ponen ropa vieja forrada con bolsas plásticas.
En ambos casos indicaron que deben estar al día con la limpieza de los niños porque sus «resuelves» no son muy efectivos en cuanto a la protección de la piel y la salubridad. Explican que constantemente los tienen que cargar, cambiarle las sábanas y estar pendientes de su piel para evitar que sean afectados.& ;
Sin sustituto
Los familiares de estos niños tienen una pronta solución a la higiene con los pañales, pero hay algo que necesitan que su sustituto es más difícil de resolver y esto es el Valpron de 250 miligramos, fármaco antiepiléptico y estabilizador del estado de ánimo. Este medicamento está valorado en 2 millones de bolívares y la niña de Landrimar tiene más de 6 meses que no lo toma, teniendo el riesgo de convulsionar en cualquier momento.
El caso de ella no es el único. Junto a Landrimar salieron a exponer su problemática madres de los sectores La Iglesia Arriba, La Iglesia Abajo y Juan Mogollón, así como otras mujeres que atraviesan por el mismo pesar.
Las mujeres explicaron que la alimentación de los niños y demás integrantes de la comunidades están insatisfechos con el contenido de las cajas CLAP donde denuncian que traen solo 10 productos, entre esos 6 kilos de arroz, 2 de frijol chino y dos de pasta.
«No podemos darle eso todos los días a esos pobres niños. Necesitan algo más, pero no estamos en la capacidad económica de comprar proteínas», explica Suárez.
Sumado a esto, estas madres han expresado que sus niños necesitan más alimentos, pero en los consejos comunales de Pavia les contestan que los niños con capacidades diversas comen más que «los demás niños», por lo que ignoran sus peticiones de más productos. «Lo que decimos no es mentira, son discapacitados pero comen bastante y no solo puede ser granos, necesitan una buena alimentación», revela Suarez.
Estas mujeres piden a la gobernadora Carmen Meléndez y al alcalde Luis Jonás Reyes, una ayuda urgente que les permita solucionar algunos de los problemas que presentan.
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